lunes, 16 de noviembre de 2009

Prófugo


Fugitivo imperfecto, dejo rastros sangrientos de mis pies y gotas de inocencia por mi carona de espinas (Jesús, te atraparon, te mataron y ahora vivo lo que deseaste en tu crucifixión), apretada en mi cabeza. Los kilómetros se vuelven pequeños destinos por cada paso que necesito hacer.

Los peligros forman parte de esperanzas magras para que no me atrapen las masas que buscan mi cuello. Las heridas infectadas por serpientes conspiradoras, dificultan los tramos hambrientos que he de patear (No se si esos colmillos depositaron veneno, trato de no pensar) y facilitan ser una presa fácil y un muerto más en sus manos...

Limpio mi cuerpo en arroyos de poca agua (Todos conspiran contra mí, ¿por qué?) Me siento en piedras con grandes filos (raspan mis piernas y manos. El sentir es abundante), y presiento que, el seguimiento esta cerca (Huelen mi sangre), muy cerca.

Aprieto con fuerza la venda para no desangrar tan rápidamente (pierdo miles de vidas, cientos de deseos) y mantenerme conciente.

Recuerdo a los denunciantes de mi libertad: Hicieron cualquier cosa con tal de ponerme tras las rejas (Era el último que faltaba. Rebelde por no querer coger a la ramera más cornuda de los mediocres), o tal vez, eliminarme para dejar de molestar. Los acusadores compraron al fiscal, al juez, ¡y hasta mis propios abogados! (Algunos miembros del jurado fueron amigos míos, sin embargo...) El veredicto se determinó con la cadena a muerte y la cortadura de mi lengua. Teniendo en cuenta el futuro de pudrirme en la cárcel con cada alma rota derrotada (Todos están festejando, mientras yo muero más y más...) e irrumpida por...

La inmediatez de escapar se vio con la ayuda de algunos fieles perdedores que mostraron un poco amor verdadero (No importa el sentimiento, ¡necesito vivir un tiempo más!) que extendieron sus brazos leprosos ante mi ahogamiento desesperado...

Escucho la voz de la muerte blanca acercarse (Están llegando, tengo miedo), y continuo rengueando con la cabeza agacha, perdiéndome, perdiéndome...


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