domingo, 24 de abril de 2011

Martita





— ¡Está ahí! ¡Detrás de la cocina!— Estalla en gritos mi mujer, parada en la silla, por la entrada de una roedora—.


—Quedàte tranquila, voy a buscar un medio para sacarla de acá. No te desesperes, linda—.


— ¿¡”Un medio para sacarla de acá”!? ¡No! ¡Matála con lo primero que encuentres! ¡Es asquerosa y grande! ¡Me voy a la pieza, así me encierro hasta que hagas lo tuyo!— Nervios echados en ordenes para una casería exitosa de mi elegida—.


Siento tranquilidad al vigilar la cocina blanca, engrasada y con que otro resto de comida que sobra en la expansión de las hornallas. No sería casual que nuestra “visitante” fuera a parar en nuestro espacio, ya que, la seducción de los desperdicios puede atraer hasta los hambrientos más excepcionales de este barrio. ¡Si se mantuviese limpio un poco! ¡Si se limpiara cada dos días y no cada dos meses, distinta sería la actualidad! Reprochar no ayuda en nada, no me beneficia en lo más nulo, porque si no la asesino, mi mujer no va salir de la habitación y yo tendré que dormir junto con mi victima.


Corro un poco la cocina y golpeo sus costados, así cuando salga la sorprendo y le doy con el ladrillo. Sale…su rapidez engaña la vista, corretea por las esquinas del piso hasta llegar al lavarropas, donde se queda quieta de nuevo. Pienso en sus movimientos, la disciplina que implica no poder atraparla. Una inteligencia de supervivencia que se esconden de olfato, observación, intuición, valentía y sacrificio. Si tuviera pruebas claras, deduciría que, antes que fuesen muertas por envenenamiento, trampa o por el hambre del felino, disfrutan de su agonía porque vivieron a su manera e hicieron difícil su captura. Aunque es verdad, algunas se echan atrás por la presencias de domésticos y callejeros gatos, pero aún así, el heroísmo de ser y mantenerse, les da una firmeza en su camino, por más que pongamos explosivos en su guía.


Abro la puerta de atrás débilmente, golpeo el lavarropas y sale como un disparo, Martita (nombrada y bautizada por sus acciones), directamente hacía la salida. Debe tener enfermedades que se puedan tratar, a diferencia de las de los humanos, que tienen enfermedades que nunca tendrán cura (avaricia, poder, etc.…)


— ¡Mi amor! ¡La rata ha dejado de estar entre nosotros!—.


— ¿En serio? ¿Pudiste matarla?—.


—En cierto modo…dejé que se fuera con su libertad de vivir.


— ¿Sos tonto? ¿Y si vuelve?—.


— Más que eso, soy tu hombre. Nunca más volverá, te lo aseguro…—.

miércoles, 20 de abril de 2011

Manicomio

— ¡Todos se escaparon del manicomio!. Los diarios, desinformados y erróneos, alertaron la fuga de los internados: “En la madrugada de hoy, catorce discapacitados mentales escaparon del Instituto Mental Nueva Esperanza. Los investigadores no descartan la conspiración del personal para con los desubicados. Se cree que, también, desde afuera hayan obtenido ayuda transportada, ni bien salidos del establecimiento. La policía dio a conocer los nombres y sus respectivos rostros de los fugitivos: Edilson Motizka(32 años), Edward Motanwenger(37), Edinho “Sable” Motinha(28 años), Eddy Ven Mott(39), Salomon Waismann(38 años), Aquili “Griego” Soraklis(41 años), Edmund Litz(42 años), Genaro Coletti(27 años), Bernardo “Guaraní” Duarte(35 años), Ivan Tretiakov(29 años), Virginia Peralta(45 años), Alejandra Silberman(25 años), Mercedes “Bonita” Ramaglio(32 años) y Noelia Censa(29 años). Son internados de extrema violencia y demencia. Ante cualquier semejanza con las dichas personas buscadas, comunicarse con las siguientes líneas telefónicas: 578445-656732/566944)


Diría que fue la mejor opción de recuperar la libertad perdida, corrompida por los familiares y la sociedad al considerarlos “inadecuados” para vivir en la ciudad y tratarlos como enfermos.


¿Cómo no entenderlos, ¡si yo también aborrezco el encerramiento!? Tomar las variedades de pastillas calmará la energía del cuerpo, pero ¿¡quién detendrá la abominable exaltación amorosa de la locura irresistible!? ¿¡Quie…¡?—


—Shhshhsh, baja la voz, Sable. Van a venir y van a ponerte la inyección paraque duermas tres días seguidos. ¿De qué hablas, esta vez?—


—Una tontería, Guaraní. Imagino escaparnos e ir a divertirnos en la plaza con los chicos y chicas. Después, casarme con Bonita y perderme—.


— ¡Si que estás loco, eh!—


—jaa, ¡tenemos algo en común, me parece!—.


—Shhh, escucho pasos, pensá sin hablar…—.

Vuelta

Todo lo que desprendió no regresará. Todo lo que se sintió, inversamente, no podrá ser un descanso meritorio. Si por recto fue la quiebra de la adaptación, ¿por qué esperar una buena señal de curvas y desvíos?


Si hubiesen palabras ocultas en la pasión no se expondría con facilidad, porque todo lo que se cree qué es no es más que una cara absoluta del insignificado...


Discrepancia de la retirada y vuelta a las faunas ermitañas de los viejos alpes…

miércoles, 13 de abril de 2011

Amistad

Esta noche, no habrá poesía, pinturas ni actuaciones. Esta noche, no se podrá obtener soluciones innacertadas para los próximos problemas. Esta noche, los consensos, de los tantos manifiestos, será un plan de obra para la proximidad. Esta noche, exonerarse, bajo la explotación, no importará, ya que, nadie amará su ego, solo su necesidad. Esta noche, construir una realidad, será en vano, por que todos ansiarán una hermosa mentira (entretenimiento humorístico de lo que no hace reír). Esta noche, elegir al que es más conveniente no tendrá sentido, porque todos apuñalaran con la misma eficacia.

Esta noche, no estarán las putas fieles ilícitas ni las condesas aristócratas. Esta noche, se considera al vino blanco como acompañante para la transición de un reposo que perdurará, a través del insomnio. Esta noche…no significa absolutamente nada.

miércoles, 6 de abril de 2011

Callar


— ¿Cuáles son tus intenciones?—.


—Mmm… ¿cómo?—.


— ¿Qué pretendes de mí?—.


—Mm, nada… ¿por qué preguntas eso?—.


—Te lo pregunto porque te estás acercando mucho a mí. Me da la sensación que me vas a dar una bofetada—.


—Mm…no. ¿Qué intención tenés vos?—.


— ¡Eso no vale! Siempre hay que contestar y no desviar la respuesta—.


—No se qué responderte. Estoy cada vez más cerca porque quiero borrarte la seriedad de tu joven cara—.


—Quizá es la única habilidad que dispongo paraque me creas. Además, cuando digo algo extraño y tengo la mueca de firmeza, te hace reír y eso es bueno—.


—Tenes virtudes que van más allá de mi entendimiento. Me acuerdo de un encuentro inicial y me dijiste: “tengo malas noticias…me gustas. Va a ser inevitable nuestro noviazgo, de aquí de unas semanas. Tenes tiempo de arrepentirte, cinco minutos.” Me quede asombrada ese día. Muy directo y sin miedo—.


—Todo el tiempo ingenio nuevos ambientes paraqué te olvides el giro de la tierra. Quiero distraerte con mis obras…—.


—Analizo y aprecio tus obras. Accede a no preguntar algunas situaciones. Cerrá los ojos y aferrate a mi cintura…voy a besarte, loquito…—.


No pertenecer

Muralla que separa los riesgos inverosímiles con la credibilidad leprosa, ubicándose por diestra y siniestra (bloques fortalecidos tras el conteo de cada agitación)


Templos sagrados en los costados de la cordillera, para comprobar que, la euforia no es más que una gota de vida (frío e inspiración en las alturas, nauseas y escalofríos en la profundidad del reclamante infierno)


Línea manuscrita que erosiona al mar, solidificando el norte y enfriando más al sur(nadar hasta transpirar y después, tal vez, dormir en la costa de hielo), para persuadir el verano de la corteza.


Caridad de vida a los que son mudos y negocio mafioso a los que no paran de hablar (difuntos en la mirada, sobrevivientes de un ocurrente deslumbramiento) Estrecho que divide al origen y a lo que no se quiere pertenecer, por esta vez…