martes, 29 de diciembre de 2009

Idiomas

Distintos idiomas murmuran tus ojos. La misma sintaxis se detiene cuando brillan en algún día nublado lluvioso.

Profundizo un total entendimiento a cada mirada (Mentira, soy un iluso confundido cuando penetras mis dos muertes) frontal que jactas. Interpreto cada idioma complicado (¿Por qué no confesas que sos un pobre analfabeto?) de tus letras vivas; sé que quieren decirme algo (Ese rocío mágico que mora en tus lunas, ¿buscaran una respuesta adecuada de mi engaño?), o pedirme más misterio…

Centras tus pupilas a otro horizonte, y olvidas mi universo roto, corriendo a otros atardeceres, cansada de mi otoño…

Mejor asi...

Si empiezas a dudar la riqueza de tu defecto, amanecerás en la migraña madruga en que estoy. No, no intentes ponerme rojos los labios. No comprometas tus ojos para mirarme de salvación (soy un descubridor con cólera, no podré llegar a tus tierras), por que puedo, todavía, alzarme en las alturas sin poder respirar.

Dices que, puedo ser el más fiel sacerdote de tu creencia, de la fe gorda que cubre tus insípidos sueños y realidades macabras (¿Por qué ves soles en mi rostro cicatrizado?), que te dictan una gran consecuencia. Manifiestas que, mis palabras pueden ser las tablas del arca del pacto, perdida hace tiempo en tu sensibilidad (El oro y la muerte no se encuentran en mis escrituras. ¿Te defraudaría saber que solo hay vida y piedras rotas?)

Tengo sed de tus besos y frio de tus hermosas sabias lágrimas. Pero te guardo de imagen solitaria (Tu acuarela se mezcla con el arcoíris de la locura sonriente de una despedida) que necesito para seguir amándote desde las ruinas de un barco abandonado, anclado fuera de tu mar. Inventa algún viento para marcharme de las costas y así ser una espina amorosa de una nostalgia de tu búsqueda en vana, pertenecerte…

Ultimatum

Puedo mirarte. Los vientos del sur arañan una tranquilidad nula. Asimilas, por última vez, el perfil de BONAPARTE; meditando las estrategias para ganar una lucha (No tienes nada que ganar ni que perder) de muerte

mágica.

Escribes las penúltimas notas de una novela incompleta. Donde el deseo y el amor toman atajos distintos (Hemingway te esta esperando en la mesa con una botella de coñac) y un final feliz sería la intriga del gastado misterio.

El camino actoral cruza con la verdad de tu vida. El trafico de auto extraño se hunde más, más, más, hasta perder el intereses de búsqueda. La rebeldía ahora es sabiduría, que no quieres confesar (Brando te esquiva, estas al lado de su hoguera…)

Sigues allí, confundido y decidido a estar con ella (la princesa negra, la hermosa puta que no te ama. Solo necesita tu cuerpo); abrazado a tu hombro impune y tus lágrimas de lluvia ácida. Susurrándote a tus oídos sordos y besando tus labios fríos…

Te miro, me observas, cuando el reflejo de la luz y noche tatúa mi rostro, junto con el viento del sur que, atrae más calor de muerte…

Todo por nadie

Muero, padre. Los clavos sostienen todo el peso de mi cuerpo. Las heridas se llenan más de amor cuando grito a diestra y siniestra una muerte rápida (Oh! Santísimo, dame la bondad de morirme de una buena vez), capaz de terminar con este sufrimiento…

El sol quema con destreza la carne viva de las cortaduras y azotes que he recibido. La sangre me deja, escapándose desde mi cabeza hasta los pies, ocultándome de mortandad y descubriéndome a los cuervos que miran y esperan para picotearme.

Ser rey es una tortura, por la corona cubierta de espinas sobre mi cabeza (¡Quiero ser tan sólo un esclavo, Oh Dios!), bajando la sangre en el ojo sin poder ver a mi pueblo (¡Ellos me eligieron rey! Y tu también Padre! ¡Por qué no me dejaron libre!), que habla con ironía a mi gobierno impune.

¡Lloro, padre! La mugre de los otros me hace temblar de angustia, recibiendo maltratos de esos soldados y la ignorancia de tu salvación. ¡Si! ¡Me ignoras! ¡Quieres que pagues algo que no debo, cuentas de estos infames que se ríen de mi, que no creen en mi! ¡¿Por qué me has abandonado, oh todo poderoso!? ¿No ves en mi penumbra algo de misericordia? ¡Quiero morir ya! Y no creer más en tu engaño ni en las almas traicioneras que sepultaron mi confianza.

Llega la hora, ¡oh Jehová! Pienso en la memoria que me tendrán estos canallas cuando llegue el día de mi nacimiento (¿Me recordarán como un farsante o por imputado mal juzgado?) y se impresionen de su propia hipocrecia.

Sonrío, cierro los hervidos ojos de infierno y dejo que el poco tiempo haga su deber. Y yo aquí, en la cruz, deseando no volverlos a ver nunca jamás…

domingo, 20 de diciembre de 2009

Desprendido de mis brazos


Dios...te he sepultado. He quitado tu dominio de mi pensamiento y la fuerza de tu mentira de mis ojos rotos...
Te asfixias. La rabia celestial no puede sacarte de la muerte(he aqui donde eres débil, en mis entrañas), ni darte una oportunidad para tu salvación. Transpiras, ¡Oh Dios!, te agitas en una superficie de amor y final, mordiéndote los labios por conseguir pequeñas vidas(Golpeas tu ataúd, nadie puede escucharte), que se apartan de tu poca luz...
Padre...Me imploras, pides clemencia a un hijo herido que nunca te reconoció(es mentira, te creí, te amé...) y ahora, te abandona sin tener remordimiento. Gritas a las bestias de tus almas para que te rescaten. Pero, todos te dan la espalda(Le temen a la humildad muerta de mi tristeza) y te ignoran con verguenza.
Empiezas a llorar. Tu sentencia esta por cumplirse. Tus manos se abren de a poco, tu rostro se vuelve pálido y te rindes... Caes en mis brazos, con los ojos abiertos mirándome, perdiéndome...

domingo, 13 de diciembre de 2009

Para quien sea



Pienso en tu mística, cuando me hablas, mirando mis ojos perdidos. Inútilmente, estudio la leyenda de tu hablar y en las fábulas de tus ojos celestes (la enseñanza final demuestra que, al mirarte, alguien quiera rescatarte), para dar un examen sin calificación; solo para encontrar más enigmas...


Te sometes a un manicomio de flores muertas; pero vos, encontras el modo de resucitarlas: tratando quererlas. Te gusta jugar a amar, pero sin divertirte



No hablas, la auto culpa y la verdad te azotan con poco dolor, dejando varias heridas abiertas....


Quedo mirándote. Noto las ilusiones transparentes escaparse de tu mejilla (no quiero ser protagonista, pero...pasaría mi dedo y secaría esa humedad)


Vuelves. Vuelves a tus cuerdas vocales, santificando tus pecados y yo...perdido en tu mar inquieto...

domingo, 29 de noviembre de 2009

Un amor, una vida...

...Acaricia su panza, siente como el movimiento, de la vida que lleva adentro, patea sus entrañas, inquieto de alguna posición o cansado de esperar.
Junta sus dos manos para recorrer el espirito vivo que tanto fantasea. Sonrie pariamente por ver su ombligo sobresalido de lo normal y como la grandeza de su bebe aumenta en gran proporción.
Recuerda, piensa, se impone preguntas que no quiere saber respuestas. Mata las verdades y destierra algunas mentiras que no tienen lógica. Se duerme en el sueño brujo, de hadas viejas, de ángeles blancos, de dioses amorosos que viven una felicidad cocainómaca...
Se cae...Sabe que esta sola, que no existe un padre para su niño, que sus flores son grises, sin aroma a un "juntos". No llora, aguarda esas lágrimas turbias para el naciemiento de su vida, su destino milagroso que obtuvo por sátiros reclamos de algún santo o virgen...Mira la lluvia reinar por todas sus decepciones. Quiere mojarse, necesita empaparse de húmedad para olvidar una suerte, un sentir, un algo...
Deja de pensar, y sigue contemplando a su hijo, esperando verlo en cualquier momento...

jueves, 26 de noviembre de 2009

Papi

Agresor malicioso, dejaste tu espirito vivo en los recuerdos de algunos que fueron tus victimas. "Don Motta" eras para la gente ajena, que te miraban con buenos ojos. A decir verdad, tus antifaces daban resultados; hasta el punto de, convencer a los ignorantes que eras bueno...Sin saber ellos que, tenías la cara desfigurada con pus y lleno de gusanos a nuestra vista.

Ni la fe invisible de la SANTA IGLESIA, pudo domesticar el gobierno de Satanás que hubo en vos; esa corrupción de dañar, de alimentar el deseo de tus defectos, a tu propio beneficio, sin importar las vidas que tenías a tus pies.

Hablo desde un centro inseguro, donde alguna vez, estuvieron alrededor tus hijos y tu esposa. Solo con dañar las armaduras oxidadas de aquellos y herirles para toda una aventura, te impongo como holocausto para irte a donde siempre perteneciste: a sufrir por siglos en tu buscada muerte, querido padre...

Vivir lo hecho, desear...



La pasada historia narrada, se convierte en la vara de Moisés (faltaba la siniestra para poder cruzar el mar), en mi fuerte incondicional que mora en mis sueños.

El episodio épico, destruye las barreras que me impedían sentirlas humanamente. Toda vivencia se fabrica de todos los vómitos que olvido (mis amados hijos, son huérfanos. ¡Odiadme!), pero sé, a escondidas, que están en vida...Las escapatorias indomables, enardecen el alejamiento cuando corro a ver el cine porno lésbico prohibido de la vida y la muerte, conmovido por dejar atrás a personas que realmente me aman (Me hago daño, las presencias pierden color, hasta quedar grises), pero no pueden hacer nada, no dejo (abrásenme, quiero derretirme en compañía... ¡No!, debo claudicar)

La lujuria de los orgasmos de las jóvenes, hacen respirar el resplandor de mí voz, para extender miles de gritos a los gemidos incontrolables de esas hermosas putas lesbianas (El cielo maneja el carnaval frio de las veteranas de mis ojos), que me atan más, mucho mas...

Puedo vivir la fantasía en carne propia. Sentir los espasmos de impulsos que navega el agotamiento de mi voz, por aclamar un responso de existencia y el punto final y dejar de joderme ya....

Llegan los brazos que quieren salvarme; sin embargo, nadie tiene fuerza para sujetarme, solo...para dejarme caer y así, seguir pajeándome por esas dos doncellas, que trato de amarlas, conscientemente….

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Letras sin corazon

Los versos sin rimas encarnan una muerta silenciosa a los tibios ojos. El incienso seco, en definitiva, ahoga la esperanza adoctrinada de algunos pobres, y la entierra en la próxima tumba de cada rico (lo que fue espera, hoy es final) y a monjes que no aman a Dios...

La poesía amorosa despide los restos de un amor prescindible (Viuda, sin hijos, sin cuerpo, sin orgasmos, sin...), que desaparece, que muere en las promesas de un lazo infinito, un amor que vas mas allá de lo creíble (Si tan solo cayera en las piernas que deseo...), sin dejar fluir una mentira cierta, ¡incumpliendo lo que se pactó...!

Necesito creer en la altura que llevo en mi cabeza (¿por qué intento alcanzar lo que no necesito?), para dejar en libertad los presos que nunca debieron ser condenados. ¡Jamás cometieron un pecado imperdonable!

El cielo rojo se aleja más y más de mi mente (por suerte he dejado de pensar) y la corriente fría de almas sin dueños me rodean y se esfuman con el viento (tantas muertes no alcanzan para una sola vida), para no regresar....

Estimulo las ultimas palabras poéticas al cielo y al infierno (rompo la amistad que tuve con esos dos hermanos mellizos), para por fin, reírme; al menos por ahora…

domingo, 22 de noviembre de 2009

Enfrentamientos

Vivo la futura anécdota en un presente hecho. Lo que ahora es turbulencia, mañana será una carcajada desahogadora.

Enfrento el libustre seco en todo mi cuerpo, que rasga lentamente, que sangra lentamente, que duele...

Desafío con la mirada luchadora al espectro tenebroso ante la seguridad virgen de mis defensas. Simulo ser un gaucho borracho en las manos de SARMIENTOS conservadores, que quieren castrarme, cortarme el pelo, enseñar sobre DIOS, borrar mis versos más sufridos y las melodías de libertad de mi guitarra, para adoctrinarme y matar mi verdadera identidad.

Utilizo la firmeza del encaro vivo de mis ojos grises (son marrones, debo jugar a que son grises), a la bandada incrédula que necesita picotearme, para formar parte de su nido (no me gusta ser de nadie), y valer por las ambiciones de esas aves.

Mmm, tartamudeo en cada respuesta estúpida de preguntas culposas, dictadas por corruptos loros que abusan de mi bondad. Mmm, la ansiedad de vivir el mañana, excita mis orgasmos de humor, cuando actúo una mirada lucífera y jesuscristiana(lo bueno lo saco de mi, no de algún sufrido hijo de...), una vez mas...Lleno de encanto de derrota apropósito, hasta llegar al tope escape necesario(La dicha anécdota florecerá pronto y los pétalos quedaran como arpías en la memoria de los pájaros), y abandonar esos enjambres(se visten de criaturas que hacen daño, confunden la personalidad), con miel amarga caliente.

Cada adversidad puede encontrarme (la miel forman mis rastros, la sangre de los picoteos también), mientras me reúno con mis risas, por haber ignorado una culpa, una ley...Cuando prosigo con las estrofas nacidas en mi cantar: "Lo bueno de la muerte es el olvido. Lo malo de la vida es lo sometido..."

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Enamorado



Estoy enamorado...Estoy concretamente cautivado de tu aroma a engaño -acido-cítrico(más confío en tu infidelidad, más fascinado estoy); a tus ojos marrones-miel que no pueden verme(en tu visión ilusa me encuentro invisible) y que son incapaces de percibir una presunta mirada solitaria-feliz opaca(necesito reposar mis párpados, me lastima tanto brillo); me deliro de ternura progresiva de tus clásicos encantos moribundos(alejarse, ignorar, ¡sos tan seductora!), capaces de llenarme y vaciarme de amor-desamor desnutrido y nutrido(sin potasio, solo basura)

Te amo...Amo a los buitres carnívoros que mandas a mis paraísos, con la finalidad de cambiarlos a un desierto (no importa, en algún rincón habrá agua para resistir) vivo y con pleno invierno. Amo la prosa narrativa de tu cantar: las mismas canciones que no dejo de escuchar y repetir (desafinas, soprano inculta que carece de rimas) las melódicas fieras de tu terror...

Me gustaría dedicarte un poema cursi, endulzarte de flores NERUDAS, compararte con el sol o el cielo...Pero, no te tengo piedad. Estoy enamorado, no puedo mentirte con absurdos espejismos. Solo adhiero a escribirte una esquela amorosa de un tierno Hemingway, para repudiar las vidas que dejo pasar por amarte, quererte, desearte...

lunes, 16 de noviembre de 2009

Prófugo


Fugitivo imperfecto, dejo rastros sangrientos de mis pies y gotas de inocencia por mi carona de espinas (Jesús, te atraparon, te mataron y ahora vivo lo que deseaste en tu crucifixión), apretada en mi cabeza. Los kilómetros se vuelven pequeños destinos por cada paso que necesito hacer.

Los peligros forman parte de esperanzas magras para que no me atrapen las masas que buscan mi cuello. Las heridas infectadas por serpientes conspiradoras, dificultan los tramos hambrientos que he de patear (No se si esos colmillos depositaron veneno, trato de no pensar) y facilitan ser una presa fácil y un muerto más en sus manos...

Limpio mi cuerpo en arroyos de poca agua (Todos conspiran contra mí, ¿por qué?) Me siento en piedras con grandes filos (raspan mis piernas y manos. El sentir es abundante), y presiento que, el seguimiento esta cerca (Huelen mi sangre), muy cerca.

Aprieto con fuerza la venda para no desangrar tan rápidamente (pierdo miles de vidas, cientos de deseos) y mantenerme conciente.

Recuerdo a los denunciantes de mi libertad: Hicieron cualquier cosa con tal de ponerme tras las rejas (Era el último que faltaba. Rebelde por no querer coger a la ramera más cornuda de los mediocres), o tal vez, eliminarme para dejar de molestar. Los acusadores compraron al fiscal, al juez, ¡y hasta mis propios abogados! (Algunos miembros del jurado fueron amigos míos, sin embargo...) El veredicto se determinó con la cadena a muerte y la cortadura de mi lengua. Teniendo en cuenta el futuro de pudrirme en la cárcel con cada alma rota derrotada (Todos están festejando, mientras yo muero más y más...) e irrumpida por...

La inmediatez de escapar se vio con la ayuda de algunos fieles perdedores que mostraron un poco amor verdadero (No importa el sentimiento, ¡necesito vivir un tiempo más!) que extendieron sus brazos leprosos ante mi ahogamiento desesperado...

Escucho la voz de la muerte blanca acercarse (Están llegando, tengo miedo), y continuo rengueando con la cabeza agacha, perdiéndome, perdiéndome...


viernes, 13 de noviembre de 2009

Erotismo gastado



Sos la atención prohibida a nuestro mirar...Sabes con certeza que, todos los monjes, que abundan allí, quieren cometer un gran pecado con vos (¡Si tan solo supieras que ya no creo en Dios!) por tu lujuria calurosa al bailar en ese caño mostrando toda tu sensualidad.


Das calor a esos desgraciados y te ríes por los piropos y silbidos por cada pose sexy tentador. Meneas el culo otra vez en el caño y te manoseas las tetas para terminar de poner en celo a todos esos perdedores para ganarte el sucio dinero.


Te convertís en la puta presa de lobos hambrientos que quieren comerte sin tragar (Ya no tengo colmillos ni olfato) y pasar una eternidad entre tus piernas. Apretas esos labios rojos hasta sangrar la desesperación de algunos casados, solteros y divorciados. Cada cual se enamora de tu amor descartable caburetero infiel (No puedo amar, Venus de la noche), cuando das más encantos fogosos e infiernos rojos.


Te miro (mis amigos te aclaman con cada grito), mientras tengo por la mitad el whisky con 2 hielos, fuerte y amargo. No consigo contemplar tu cuerpo (el erotismo se pierde con la vista de tu virtud), pero me centro en tu mirada...Provocadora e inestable con las afirmaciones de un querer, de cielos que se curten por la llegada de un sol...

Sin querer me miras con la misericordia de tus ojos marrones, para formar parte de otra victima de tu corral (todos están encadenados sin salida) Ese momento en que nos miramos es una forma de amarnos en secreto (esta vez ctuarè como enamorado), para tener un recuerdo olvidable...


Te despegas de mis ojos y sigues con la función. Decido irme tomando el último trago, con otra vez la mirada de tu fantasía en mi espalda cuando salgo a la puerta y me pierdo por las calles...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Preguntas y ninguna respuesta

¿Cuál es la muerte más mística de ser y dejar actuar más vidas falsas? ¿Es definitiva los infinitos hallazgos de conocerse a uno mismo? ¿Por qué están escondidos mis necesidades y lo que no aprecio en ese rincón a simple vista?

Estoy harto de los signos de interrogación que se derriten en mi cabeza, como ls dudas de asimilarme como una escritura que marca su camino (y toda su vida) en palabras. Ha llegado la hora de agarrar el timón de lo que verdadero soy(tanta gente no termina de conocerme, ¡jamás!) y renunciar a grandezas que no podré amar(es factible que se despeguen de mi, y miren cuando me alejo) por el fuego sin llama que recae en mi incredulidad(¿En qué puedo creer seguro? ¿En qué debo creer y en lo que no?)

No encuentro eufemismos para ablandar una verdad, solo lo agrio y lo obsoleto pueden adornar confesiones, ¡que tanto llevo encima!, y formándose miles de cañones para cuando regrese otra vez...

He decidido romper amistad con el diablo y Dios, para encontrar un amigo en MI, YO, todos los yo que cargo en mi hombro. No obstante, desprecio una compañía que me es incapaz de llenarme de huidas y confianza plena (¿Por qué he de agarrarme de alguien para no caer?)

No hace falta transcribir la vida de mi sonrisas y de lágrimas que acompañan en cada mar (ya he nadado en el mar rojo, y ahora en el mar muerto), en las inmensidades de desiertos de inviernos también están al lado mío.

Las peregrinaciones me arrastran a la arena, para emborracharme con mi soledad, hasta perder los sentidos...

Firma de un adios



-Firmen estos papeles y todo queda resuelto-. Ordena la jueza, entregándonos 2 lapiceras, con cara cansada y fastidiada. Por supuesto, no piensas ni un segundo y depositas tu decisión en ese papel, librándote de mí.

Leo sin prestar atención las líneas de esa hoja. Tengo la oportunidad de dar fin a una vida con vos de 5 años. 5 años donde nos compartimos y juramos con fuerza (estúpidamente con necedad) una relación eterna y llena de proyectos juntos. No consigo entender cómo toda una experiencia se muere en recuerdo, y seamos tan solo desconocidos y transformándonos en EX, al poner mi decisiva firma y terminar con todo.

Te miro y no te dignas a mirarme. Tu vista se encuentra en la mesa y tu ansiedad esta en abandonar con urgencia ese lugar. Sé que tus pensamientos me juzgan como una puta, una guampeadora que perdió el amor de tu boca para ensalzarse en los labios de otro. Sin contar tus aventuras con algunas mujeres, perdonadas por mi (tanto amor tuyo me llevo a tolerar eso, ¡que estúpida soy!) Por fortuna, me enamoré otra vez en los brazos de un hombre que me dio y me da calor.

¿Por qué me cuesta firmar? ¿No es lo que queremos? ¿No es lo que quiero? Todavía te quiero. Digas lo que digas, el IMPULSO de perderte golpea mi vientre, me baja la presión y sube el nerviosismo de mi mano en el que se halla la birome, Pero... ¡Debo dejar de pensar en vos! Necesito pensar una vez en mi y ser egoísta por mi felicidad (felicidad no, bienestar) y expulsarte de mi sistema solar.


Los planteos se congelan y mis lágrimas me acompañan cuando firmo ese acta. Agacho mi cabeza con las manos tapando la cara, cuando te levantas de tu asiento y te vas sin despedirte, con la certeza de saber que, no existimos más para cada uno...Sin embargo, el resurgir me da una vana esperanza que quiero seguir, lejos tuyo, definitivamente.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Cortes y olvidos



Paranoia e injusticia aplacan mi respirar. Las ofensivas crudas manipulan los secretos de mis idas. Me acostumbro a perder vitales expectativas que mi razón necesita y que mi hambre de alma renegada sueñe por un minuto siquiera.

Me canso de analizarme, de tratar de sacarme esa espada enterrada en lo profundo, bien profundo de la herida infectada. De a ratos, cocía con tanza esos tajos intolerantes (con la espada adentro, abriendo mi carne), mientras regalaba palabras y hechos a un injusto (ángeles desnutridos, que comen los pocos frutos que tengo de vida), buscador de paz, buscador de... ¡Malditos sean! ¡Cortaron mis puntos y ahora tengo más dolor!

Soy rencoroso a las espaldas de mis usadores, pero... ¡Aún tengo tanto amor! ¡Aun tengo ilusiones que nadie me dará! Este veneno lo vomito cada vez y me suicidio bebiéndolo, con la sorpresa de una respuesta negativa para mis impulsos.

Mi nombre se borra en cada papiro de un aprovechador (antes estaban en blanco y pedían mi tinta, la de un verso amoroso duradero); lo cual, la existencia se olvida. ¿Tan ciegos me ven? ¿No se dan cuenta que tengo tanto frio?

Los rechazos se vuelven paranoias (¿por qué te adueñas de esa excusa?) histéricas, bordadas de escapes para no ahogarme y resistir con otro corte filoso. Dados por vos...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Lo malo de cada uno



Han pasado algunos días de la gran victoria en Berlín. El ejército rojo ha tomado la ciudad capital del tercer reich, después de tanta resistencia. Hasta los niños de las "juventudes hitlerianas" cayeron por brindar el amor a su derrocada Alemania.


Mi nombre, Ivan Tretiakov, soldado raso del ejército de Rusia, escribo desde los escombros de algún edificio destruido por nuestros tanques.


A decir verdad, la guerra todavía no termina. E.E. U.U. y el imperio japonés no terminan sus disputas. Aquí, la calma no se ha disipado del todo; creo ver en cada mirada alemán una leve esperanza. Sin embargo, algunos oficiales nazis se han suicidados; otros, como también soldados, han sido llevados a campos de trabajo en Siberia.


No paro de beber vodka, todavía vivo la imagen de Stalingrado: Los alemanes traicionaron un pacto con U.R.S.S. e invadieron esa gran ciudad por cuestiones económicas, relacionadas con el petróleo. Me acuerdo de ver morir a cada camarada en mis brazos y de desesperarme con cada granada que explotaba cerca de mi posición. También, los incesantes disparos atormentaban mis oídos, echado en algún obstáculo que me protegía.


Describir más los hechos me da un retorcedura en el estomago. Solo puedo confesar que fue una masacre; cientos de miles de victimas entre rusos y alemanes. En ese episodio perdí a un querido amigo, Viktor Zamenhof. Un anticuado artillero judío y una eminencia de la filosofía. Gracias a él pude entender más sobre la historia de nuestra lucha. Conocí en detalle las ideas de Carl Marx sobre un socialismo y un ferveviente comunismo. Viktor fue causa de risas entre la tropa por su ascendencia judía. Algunos idiotas pensaban que su condición no era apta para este ejército. No obstante, se llevaron la sorpresa de su valentía, devoción por salvar a nuestro capitán y matar a 14 alemanes. En esos momentos, matar era sinónimo de juego; mientras más matabas a un ser humano más hombre te sentías. El final de mi amigo fue por una bala de algún fusil alemán, que se perfora en el costado del cuello. No borro de mi mente cuando lo tenia en mis piernas, empapado de su sangre diciéndome: "Amigo mío, me reuniré con mi familia allá a lo lejos. Recuérdame cuando hayan vencido a Hitler. Y no se olvidan que, luchan por la ideología de un renegado judío" Y muere minutos después con la sonrisa cínica.



Hace frío, sigo bebiendo la botella de vodka, esta vez acompaño con un cigarrillo alemán. En un rincón, un soldado viola a una mujer berlinesa. Grita y súplica al soldado, y éste sigue sin importar nada. Es evidente que cumple una orden de Stalin: "Cuando lleguen a Berlín, asegúrense de que los alemanes sufran, como nosotros sufrimos las pérdidas de nuestros camaradas en sus manos. Cada ciudadano tiene la esencia de la maldad nazi. ¡A no tener piedad sobre ellos!" Fueron las palabras de nuestro General supremo.


El cielo gris y cada rincón con olor a guerra, se pudre en ese lugar donde algún día fue un paraíso. Y ahora...No queda nada, muchas vidas pérdidas por causa de ambiciones de locos que lo quieren todo. La guerra saca lo malo que hay en cada uno, las consecuencias de decir "soy el mejor", y tener la delicadeza de matar por una ideología, ¡por algún bienestar económico! Esto es la guerra...No hay Dios que nos ampare en ese defecto.


No queda más vodka ni ilusión alguna, voy hacia mi fusil, a lo mejor encuentre algo de amor allí.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Carta de B...



Te escribo desde un plano imperfecto de mi vida. Estoy sola, escapando de las llamadas de algún destino, de los gritos de un presente, de ruegos dolorosos, de...


Descarté todo...Hasta lo que verdadero siento forma parte del pasado. Lamentablemente, me guío por alcanzar pequeñas vidas que Dios algún día me ha de dar (Ya sé que no confías en EL, hermanito. Es en él que puedo aferrarme) A lo mejor lloras y no querés leer más éstas líneas (Sos sensible, tus lágrimas siempre me cortaron la garganta, de pena y de consuelo); o simplemente, te enojas conmigo por no buscarte. Solo puedo decirte que, mi alma quiere viajar, explorar, soltarme los vampiros que tragan mi sangre apenas roja (Como la tuya, ¡somos tan iguales!), infectada de golpes y más golpes que he recibido.


No puedo confiar ni en mi misma. Debo olvidar, olvidarte (Si me vieras, hermanito...Lloro como tonta, mirando una foto tuya cuando eras un niño), comenzar de nuevo. ¡Llenarme de ficción y más vida! Por momentos creo que, estoy loca, desubicada de mi correr (Siempre hemos corridos juntos, pequeño. Hice el esfuerzo de no soltarte la mano, pero...), sofocada de tantos tormentos...


Quisiera escribirte con la estructura de un carta, pero ya sabes, ¡tu hermana nunca respeta nada! (Me rio sola ahora, bebiendo un vaso de vino. Brindo por vos) Vos sabes bien que siempre fui contra la marea. Me conoces bien.

Hermano mío, pase lo que pase, nunca te preocupes por mi. Sé muy bien que no lo harás (fuiste el único que me dio libertad cuando lo deseaba), y seguirás en tu nido de agua y soledad, para no quedar atrapado.


Cuando caiga, te recordaré. De lo contrario...Persistiré en tu recuerdo (Ay, Edgard, haces el amor con el pensamiento momentáneamente), cuando escribas cada sangre de tu mundo.

Hasta siempre y nunca, querido hermano...

Pd: (quema esta carta cuando dejes de lagrimear)

lunes, 2 de noviembre de 2009

Director



La temible función comienza...Los rayos, truenos, relámpagos, lluvias y vientos cumplen en rol de cada nota musical, dirigida por un director que llora y ríe en cada accionar de sus manos...Ese rebelde caído soy yo.

Parado en las orillas de un precipicio, desencadeno la música que muchos temen. El libre albedrio de expresión me emociona, cuando los virtuosos sangran su alma y transpiran su talento (Buenos músicos, no tienen limitaciones), mientras extiendo mis brazos y disfruto de la humedad de miles de gotas en todo el cuerpo.

Doy la espalda al público (Las aflicciones llenan cada butaca de este teatro) aburrido, pero cautivados de esta orquesta potente. Olvido la masa de intolerantes y desnudo cualidades que todavía no verán una muerte...

Pierdo los ojos en las tinieblas de los cielos (manteniendo la conducción de la tempestad) y me convenzo que hasta el mismísimo Dios forma parte de ese espectador (Nunca te creí, jamás formarás parte de mí), en los últimos asientos, oculto de todo (¡Cobarde!, ¿dónde esta tu poder?)

Todos los murciélagos que alguna vez mordieron mi cuello, ahora están llenos, encerrados en su cueva, hasta que pase la tormenta. Mientras yo...Agudizo las melodía y me empapo de agua y transpiración.

La música de los genios termina con unas diminutas lloviznas, y el director enfrenta a su público (Ellos, en silencio solo observan), con la risa enterrada en mi cara y la reverencia de un insulto peligroso. Vuelvo a dar la espalda y me dejo caer, cansado del espectáculo y con ganas de escabullirme, cerca de lo lejano...

Esperamos... esperaremos?



Discretos...Nuestras charlas se ahogan de cada mirada encantadora (la tuya, la que da calor a la visión fría y pérdida de mis ojos oscuros), cuando cada palabra intensa se escapa de nuestras lenguas. Los temas inadecuados hunde mas nuestro sentir, ese prófugo que no admite una magia que nos hace bien...

Esquivamos confesiones, mentimos por vergüenza lo que nos indica un impulso, sembramos de inocencia los pensamientos y el hecho por inseguridades de heridas sangrantes (Te duele, no intentes ser fuerte conmigo) que juegan en las profundidades de un recuerdo filoso. Asimilas paraísos calurosos en esa risa forzuda cuando hablo y te hago reír. Lamentable son mis huidas repentinas cuando dejo de mirarte (Temo a no atraparte, de no poder abrazarte y sentirte) y te engaño viendo un atardecer que ya agoniza...

El silencio aparece...Aún cuando queremos declararnos culpables de gustarnos mutuamente. El miedo inminente nos gana, por lo terco que somos (Y de ese defecto alimenta un lazo especial)

A pesar de ser ocultos, la amistad se llena de sensibilidades y seguridades calmas en esta alianza dominical.

Suponemos en dejar pasar el tiempo (Sin decirlo, la imagen lo dice todo cuando partimos), que alguna lluvia nos moje ante un supuesto abrazo y un húmedo beso para cuando estemos listos. Ambos sabemos que le tiempo no tiene promesas...

viernes, 30 de octubre de 2009

iluso



El sofá me alberga...El excitado sol se esconde detrás de las persianas (me espía, quiere verme, ¿por qué?), para calentar el rincón friolento en que me encuentro. ¡Tengo tanto frío!, ni los auto-abrazos pueden darme un aislante útil ante ese mal (¿por qué, mal?) No obstante, me enamoro de ese frío seco, dándole la espalda a él, mientras insiste en espiar...

Trato de recordar la música mimadora y trágica de un rebelde Tchaikovski; un agrio Bach; el popular Mozart (Te han manchado, amigo mío); y el escondido Grieg. Todas esas melodías la concentro en mi relajación cuando miro la humedad inyectada en los rincones de las paredes (Mi bella Roma se desmorona), que oscurecen lo que un día fue...

Siento más frío, me abrazo con todo el esfuerzo de mis ganas. Conozco mi piel: muerta, ¡pero tan divina!(es toda ironía como mí reír en cada paso) Establezco una charla magra entre mi interior y...Como es de suponerse, los silencios se instalan en cada letra de la que nunca hablamos.

La lucha de creencias dentro de mi parecer me hace reír aún mas (me es prescindible en este momento creer. Solo quiero sentir), con un sonrisa total en mi rostro, cuando abrazo mis piernas también para darme frío.

Cierro los ojos con pensamientos de ilusión a un momento (me gusta la imperfección), y miro otra vez en mi ventana: "Nunca entrarás, intruso" Y empiezo a llorar de vida...

jueves, 29 de octubre de 2009

Hecho

Hechos, hechos enviados por alguna prueba (el costo de vida a veces es caro), o por una consecuencia de actos buenos en un tránsito demasiado ambiguo. Ser hijo de la honestidad es ser el hijo bobo para montones de ciegos (ratas que viven de la mierda de su hipocresía) o un gran hijo de puta en esta perversión, ¡tan graciosa!

Trato miles de veces de entender al HECHO, de mirarle con misterio a sus tímidos ojos (No me tengas lastima, ¡estoy vivo!), cumplir su misión le duele, pero debe hacerlo, sin importar mis secuelas...

Las oportunidades las menosprecio, las derrotas las ignoro, prefiero caminar por las grietas de un abismo (encuentro vida allí, me enamoro de verdad), lleno de humildad y cinismos. Guardo en mis bolsillos rotos las vivencias de un querer y expulso, entres mis andares, los presentes que no quiero asimilar.

Vienen más hechos a mi camino, toman parte de compañía solitaria en esta andanza jodida (tengo sed, mucha sed), con la verdad de que ALGUNOS desparecerán y otros me harán daño...

Hecho...Penúltimo hijo de la suerte y primogénito del destino...

lunes, 26 de octubre de 2009

Agotado



Estoy...Enterrado en una historia sin sucesos de gloria, tiempos de rompe cabezas que construye un tiempo, una era donde sobro. Sin desenlaces para un final bueno ni triste, solo enredado entre las mentiras de un destino y las verdades de mi puta existencia (cabalgas sobre esa selva, las lianas rasgan tu cuerpo), disfrazadas de inocencias muertas para mi incredulidad y vivas para tus ojos.

Estoy...con los ojos húmedos de preguntas que no tienen valores; con la sonrisa trafica de experiencias crudas, derivadas a secuelas que no se pueden curar, y que tal vez, no se pueda comer la parte agria de un fruto podrido, lleno de gusanos. Cada lágrima aumenta una ansiedad solitaria, oculta en los hemisferios de mi racionalidad (Hace tiempo que la has perdido, ¿no te has dado cuenta?), interferida por paralelos de escapes, ¡que me dan adrenalina!

Me encuentro...Postrado en un sitio, sin poder avanzar a un espejismo (vivo de eso y moriré sin algo real)

La cínica bohemia me ampara en sus tetas, para dormir en madrugadas suplente de mis insomnios de atardeceres.

Estoy...Cansado de buscar al actor único de mi película, y encontrar a cada personaje que no corresponde. Volviendo a repetir las mis escenas.

Quiero...Terminar con ese rodaje, ponerle un punto final este momento y dejar puntos suspensivos a un encuentro externo, muy lejos...

sábado, 24 de octubre de 2009

Todo términa en Chicago



Todos los medios de comunicación han afirmado el supuesto negocio sucio de la COSA NOSTRA: las drogas químicas (cocaína, heroína, etc.) Dicho junte de todos los jefes de las familias no se habían reunido por un "aniversario" de la muerte de SCARFACE. Sino, un completo acuerdo de todos los dones para entraren ese negocio millonario tan arriesgado para su seguridad. Si bien habían comprado algunos políticos y policías para una facilidad de "intercambio"; ahora, los privilegios disminuirían y hasta podían caer en la prisión. Sin embargo, se dio una votación democrática entre todos los reunidos en esa mesa. El 64% estuvo de acuerdo para entrar en ese riesgo, mientras que, los otros cuidaban de su culo para no ensuciarse. Como toda elección, la decisión fue sancionada y lista para su intervención en la organización.

-Me suena a locura y muerte todo esto, Bill- Confieso con la cara marchitada de temor y con mirada de angustia a mi fiel amigo. -Tranquilo, Eddie. Ganaremos mucho dinero. No tienes por qué preocuparte. Confía en mí- Me da una palmada en el hombre, fumando otro asqueroso habano, con esa sonrisa tan extraña que jamás haya visto jamás. No obstante, me tranquilizaba sus palabras.- Gracias, amigo. Por favor, ¡¡deja de fumarte esos putos habanos!!- Nos reímos a la vez, cuando me enciendo un rubio y doy la primera pitada.



Corrían buenos tiempos: El dinero fácil se fortalecía de poder y más poder. Yo, me habían casado ya con Cony Thompson y tenido un hijo llamado Johnny. Compramos una casa más grande, alejado de la ciudad de Chicago. Me convertí, junto con Bill, la mano derecha de nuestro Don. Cuyo significado se valió en más confianza de las otras familias en nuestro pensar como en las decisiones para el bien de todos. Pero las drogas deterioraban cada día a Bill; hasta el punto de una pelea entre nosotros por ayudarlo a controlarse. El miedo que alguna vez tuve, se vino con todo su ejército para en verdad protegerme del caos.


Sube al poder el mismísimo John F. Kennedy, presidente número 35 en la historia de Norteamérica. Gran obstáculo para nuestros negocios, con el dicho hipócrita de su ignorancia: "Acabaremos con las mafia y el trafico de estupefacientes en todo el país" (Peor decisión lo tomaría tiempo después a enviar a jóvenes soldados a aniquilar miles de vietnamitas).

Los meses posteriores fueron un golpe fuerte para la organización: los inmensos colegas detenidos y la cantidad de mercancía confiscada por la DEA con la ayuda del FBI. Las investigaciones se daban por las habladurías de los putos traidores, que alguna vez bebieron del agua la mafia.

En muchos casos, con Bill, liquidábamos a cada soplón y hasta algunos policías insobornables. Se nos ordenaba por distintos patrones la inmediata ejecución de cada peste de las familias. Esto nos llevo, a la persecución de casi todos los centros de inteligencia. Cambiamos nuestros nombres continuamente, como de territorios que nadie nos pueda conocer. Sin dejar las obligaciones de nuestro amado trabajo.

Los días pasaron nuevamente, hasta que cierta vez Kennedy fue al frente: "Ya tenemos algunos indicios quienes son los peces gordos de esta ola de violencia. Empezaremos a utilizar la fuerza, por la voluntad de Dios"

Cierta madrugada (acordad con Bill el día anterior), abandono mi hogar para cumplir algunas cuestiones laborales. El punto de reunión se daba en un viaja fábrica de colchones "break beed", para después encontrarnos con el contacto y vender 2000 kg de cocaína pura a un precio millonario. El cambio se vio con desconfianza de los 2 bandos. Las Thompson, call 45, mágnum y hasta escopetas adornaban esa presencia de hombres desconocidos. Pero todo fue bien, sin disparar ninguna bala.

Ya en la mañana, regreso con Bill en su auto, hablando descaradamente de sus cosas, mientras se me ocurre encender la radio y aparece una noticia que irrumpe mi corazón: "En las primeras horas de la mañana, FBI y SERVICIO SECRETO, irrumpieron en la casa del famoso gánster-mano derecha del narcotráfico, Eddie Krieger. Dicho procedimiento fue fatal para su mujer y el hijo que estaban ahí. Al parecer-según FBI- Krieger se resistió al arresto y comenzaron los tiros. Dejando 2 victimas-hijo y madre- y con la huida del mafioso en cuestión" Un fuerte dolor en el pecho me da mal estar, con lágrimas ácidas de desesperación e impotencia. Bill, para el auto y me da un trago de licor y trata de levantarme- Estos hijos de putas se desquitan con gente inocente, a los que amamos, sin tener remordimiento. Te prometo, amigo mío, que haremos lo posible por vengar tus pérdidas-Dice y dice, Bill, cuando yo no puedo dar ninguna señal de gratitud. Solo las lágrimas hablan por mí.

En casa de Bill, veo en la televisión los cadáveres de mi familia y cómo el miserable presidente se apena por esas muertes -¡Maldito mentiroso! ¡¿Crees que quitando vidas inocentes podrás luchar contra nosotros?!- Tiro el vaso lleno de whisky contra la pared y los llantos se apoderan de mí por última vez.

Sólo, amargado, furioso y con otro vaso de otro whisky agarro la mágnum que siempre me acompaño. Rio de nuevo sin olvidarme de mi martirio con el revolver apuntándome en la cabeza exclamando por última vez- Hice lo que siempre quise, y mate a los que más amo- Aprieto el gatillo y sale con fervor la bala de plata, penetra sobre mi sien sin sentir dolor alguno, solo la muerte. Llevándome conmigo lo bizarro de mis cualidades y las muertes de todos los que me conocieron...para siempre.


Pasaron 2 años de mi suicidio cuando la prensa se enteró por primera vez. También dieron a luz el asesinato cruel de Bill, en manos de la policía de New York. Días después asesinarían a Kennedy en sus salidas públicas.