miércoles, 25 de noviembre de 2009

Letras sin corazon

Los versos sin rimas encarnan una muerta silenciosa a los tibios ojos. El incienso seco, en definitiva, ahoga la esperanza adoctrinada de algunos pobres, y la entierra en la próxima tumba de cada rico (lo que fue espera, hoy es final) y a monjes que no aman a Dios...

La poesía amorosa despide los restos de un amor prescindible (Viuda, sin hijos, sin cuerpo, sin orgasmos, sin...), que desaparece, que muere en las promesas de un lazo infinito, un amor que vas mas allá de lo creíble (Si tan solo cayera en las piernas que deseo...), sin dejar fluir una mentira cierta, ¡incumpliendo lo que se pactó...!

Necesito creer en la altura que llevo en mi cabeza (¿por qué intento alcanzar lo que no necesito?), para dejar en libertad los presos que nunca debieron ser condenados. ¡Jamás cometieron un pecado imperdonable!

El cielo rojo se aleja más y más de mi mente (por suerte he dejado de pensar) y la corriente fría de almas sin dueños me rodean y se esfuman con el viento (tantas muertes no alcanzan para una sola vida), para no regresar....

Estimulo las ultimas palabras poéticas al cielo y al infierno (rompo la amistad que tuve con esos dos hermanos mellizos), para por fin, reírme; al menos por ahora…

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