sábado, 22 de enero de 2011

Teoria del dominio

Algo no anda bien...
El pastón fresco no se hunde en los pasos ni pierde la forma de su arquitectura (suelo brilloso, aroma estresado del cemento y la cal, amistados con la arena)
El terrorismo natural no concreta el desastre que se medita en los cielos para ocasionar un bien inesperado(delicia en la presión atmosférica que, acarrea acumulación de los orgasmos para la salida del verdadero placer tormentoso)
Próspero recuerdo del encuentro accidental, por sobre toda la simpatía, camuflada de disciplina recta y humor complejo en las vistas que pronto desaparecerán. Rumor policial del suicidio espontáneo del verdadero Job, que repecute la confiabilidad de la Fe en una idea poco tolerable (cenizas convertidas en aire puro)
Cierre lento de los ojos despiertos para continuar con el beso mortal (meditación cancelada, cierre de los planteos) y obscurecer el roce hasta que transpiren los cuerpos en la certeza y en la ceguedad...

miércoles, 12 de enero de 2011

¡Unica verdad?

Me tratas muy mal. ¿Quién toleraría tu conducta cambiante si no fuera yo? ¡Los de a fuera siempre consiguen tu mejor cara!—.

—Llamaría “densidad dramática” a tu reclamo, si fuese una necesidad cada mil años. Pero los reiterados propósitos perjudiciales designan a “inaguantable oír de un violín desafinado”. La tranquilidad es mi razón, por sobre todo—.

—Nunca entiendo lo que queres decirme. Los libros enferman tu cabeza. Después te vas al rio y no venís por horas… ¿sería una solución tal acto de inmadurez?—.

— ¿¡Y decís que DIOS es sabio y sobrenatural!? El día que me entiendas será el momento en que EL, arrebate lo mejor de vos. Si no tuvieras miedo de morir, me apiadaría y te enseñaría de qué estoy hecho. Entierro al mundo de a poco, mirándolo de cerca—.

—Estas hecho de la inmensidad de su poder. Mírate las manos, tus ojos, tu habla. ¡Sos parte de EL!—.

—Temo por la gracia de su arrebato de tu conciencia. Usa la astucia de tu reprimido sentido común, ¡por una vez! No justifiques tus horrores en el llamado de ese usado nombre diabólico para sentirte aliviada y perdonada. Es el método más fácil y corrupto de borrar las características claras de tu formación. “No habrá libre perdón si el afectado cree, en lagrimas vivas, la pronta muerte del dolor a través de un arrepentimiento verdadero y disciplinado” Diría un precursor—.

—Tengo la seguridad de que lo dijo un vacío e ignorante alma del mundo…—.

—Me gusta tu honestidad, mamá. Lo dijo tu desgraciado hijo, que tenes enfrente…—

No estar feliz, estar con vos...

— ¡Hola, mi amor! ¿Cómo estas!—.

— ¡Hola! Me encuentro en pleno adiestramiento de toda esta verdad. A mi parecer, creo que todo esta resultando moderado. Cuesta librarse de alguna trampa—. Mantención de la amargura atrayente de una mirada que concuerda con la pausa oceánica de la contestación oral.

— ¡He logrado agarrarte la mano! ¡Supiste cómo revelar tu hermosura, que se hallaba en tu alejamiento.—.

—Ciertamente. No saber lo que se ha alcanzado es un alivio. Creí haber perdido la modestia del mismísimo orgullo. Todo se encuentra en un desvío que ni yo sé cuál y el por qué apareció. ¡Todo se siente a favor!—. Cuidado de la estética por dónde se observa una arruga

—Ay, mi amor! Me pone contenta verte feliz…—.

—Asignar a la felicidad como metáfora de todas mis erupciones, sería aceptar a Dios como amigo. No diseño mármoles para ningún arte bello. Todo lo bueno no constituye una felicidad—. Bienaventurada convicción que altera lo poco entendible.

— ¿No puedo ser una razón de lo que decís? ¿Qué fenómeno ocupo en tu circo?—.

— ¡Si supieras de dónde provengo! Nunca olvides que soy el único payaso con ojos tristes. No puede haber comparación alguna entre la felicidad y vos. ¿Es difícil de entender? ¿Creerías en las imágenes del mundo antes que mis verdades crueles?—. Experimento químico para una reacción nuclear.

—No puedo entenderte. Si es algo bueno lo que me decís, no serías serio al hablar. Siento amor en tu muerte y no en tu vida, ¡dame explicación!—.

—No encuentro forma de acentuar las palabras que no existen. Toda la situación que se encierra en mi celda es una almohada para tu profundo sueño; y que en ocasiones, la pesadilla se vuelve una fortaleza finita. No sientas culpas porque la pureza se refleja en mi cuerda floja. Nunca estaré feliz, estaré con vos, porque sos mi imagen y los hechos que rellenarán toda idea incompleta. Para tu preocupación, aprendí a amarte, con fuerza y verdad…

Creer

No todo fue terrible…por lo menos los besos fueron ciertos…—. Después de cortejar los análisis en carne impropia las leyendas de los derrumbes.

—Creería que me sentí más humano: reí, compartí y olvide, en manera irónica y transparente, el pleito de las incorrecciones. Personifiqué al impensable hombre que se duerme detrás las sabanas. ¡Todo tan sereno y complejo!—. Suerte mezquino por todas las flotas que se hunden en las sangres, por estos inseguros momentos.

—Ví vida en casi todas las muertas de la desesperación. Sentí vientos del norte al caer cerca de los labios húmedos y novatos, que escalofriaban los nervios de la exigencia madura, a punto de convertirse en mar quieto y tibio. ¿¡Por qué todo fue tan real!? ¿Dónde están las bestias que ocasionalmente me extrañan?—. Provecho que se extienden de cuestionamientos por todos los atrasados merecimientos, que humillarán en el sacrificio de una cierta sonrisa…

Intentos

— ¿Y Nicolás? —.

—Se fue adentro a jugar a los videos juegos—.

— ¿¡Y te dejó sólo en la pileta!? ¿Por qué no vas y jugás con él?—.

—Traté, pero no me dejó jugar—.

— ¡Que mal! ¿Te gusta estar sólo?—.

—Si, me gusta. Siempre estoy sólo. Cuando voy a la casa de otros amigos también me dejan sólo—.

—No es lindo estar sólo. Vas a ver que cuando seas más grande tendrás muchos amigos. El aislamiento es para los que piensan mucho. ¡Y vos tenés que divertirte!—.

—Pienso mucho. Quiero tener compañía y que no se burlen de mí.

—Eso se va a dar a medida que crezcas. No desees vencer si todavía no tenes un ejército. Por otra parte, puedo ser tu primer cabo, si necesitas… ¿Querés un caramelo?—.

— ¿De qué sabor es?—.

—Es de uva—.

—Bueno…—.

Inmundicia

La inmundicia se eleva junto al sol. El cielo se transforma en la mar perversa que se ha puesto la mascara de villana en cada resurgir (hembra por sobre todas las cosas, que arranca los vellos de un momento deseado) de su trama para embargar algún instante. Daño inesperado del significado, que duda su estructura inimaginable (alteza que considera su corona de oro en un ramo de espinas) y no entiende el por qué del exterminio de su inspiración. Vuelta de la consecuencia, pero esta vez como el escondido enojo de otro Cristo, que revela el sufrimiento de gritos y lagrimas sangrante en la intolerancia cruda, a través de una bronca que se tiñe de silencio (el dolor personifica la decadencia) y de algún otro síntomas de nervios.

Relax de varios pensamientos que mueren de asfixia(arrebato cancelado, vida sublime en espera) para reencarnar en un solo abrazo partido…