viernes, 23 de octubre de 2009

Nieve sobre Chicago


-¡Que tarde es!- Desespero con los ojos semi abierto y veo la nieve caer por todo Chicago a través de mi ventana. Cony Thompson se haya en el décimo sueño, totalmente dormida en mi pecho y con su mano en mi abdomen. Escapo sin hacer el menor movimiento para no despertarla. Agilizo mi cuerpo para vestirme lo más rápido posible e ir a la casa del DON. Voy al baño y me prolijo un poco. Uso el traje de seda claro, el sombrero negro, la bufanda, la mágnum y zarpo hacía la mansión.

Subido a mi querido LAND CRUISER, atravieso esas calles mugrientas de Michigan, adornada con la nieve incesante, tanto en el suelo como en el total del frente de mi auto. Pareciese que el parabrisas llegue a su tope para romperse en gravedad, por la gran fuerza que hace para limpiar mi vista. Suena otra canción de Sinatra, esta vez no se qué cuál es, igual lo canto y golpeo con los dedos al volante, por el pegadizo ritmo. La armonía máxima lo consigo cuando me fumo ese cigarrillo con hierba, hierba que ha sido prohibida y que al mismo tiempo es un negocio para la MAFIA y el Estado Norteamericano. Mientras más estee la “prohibición" más tentadores estarán los censurados. No quisiera describir el estado de mi relajación, no lo entenderían.

La llegada es un hecho, tras estar en ese auto por 30 minutos. Las filas de autos estacionados, me da la pauta para sospechar de una reunión de todos los capos de la mafia. No solo por lo lujosos coches y limusinas, sino por lo innumerables guardaespaldas que rodean el lugar.

Entro a la mansión (todos me conocen, y me dejan pasar) y me cruzo con Bill- ¡Eddie! ¿Cómo estas, amigo? El DON te espera; esta reunido con todos los mafiosos de este país- Me habla con su típico habano en la boca, con una sonrisa agradable.-Me encuentro bien. Después hablamos con tranquilidad. Voy a ver al jefe- Dejo a tras a Bill y voy hacía al encuentro de ese nido de próceres del crimen organizado. Ahí están...-Hola, Eddie. Me alegra verte. Te presento a todos los dones de la familias importantes- Me estrecha la mano el jefe, con su mirada encantadora. Brillan mis ojos al ver a personas legendarias del negocio sucio: Jack Bignone, Robert Canaglia, Arthur Colinsky, Mike Baretto, Joe Thompson (tío de mi rubia Cony), Julius Carbone, Moe Mc Arly, John Gentile, Joseph Parterano, Ernest Wilson. Y otros 7 que ni los conozco. Mi Don, elogia los trabajos que hice para él junto con Bill, por salvar algunos intereses ambiciosos de su entorno, como los de los caballeros presentes. Tal reconocimiento termina por un brindis de champaña por mi, y por una creciente confianza de hacia con ellos.

Retirado de ese cuarto, enciendo un cigarrillo rubio y bebo otro vaso de champaña, miro la ventana como la nieve no cesa y deja sus orgasmos en el cristal...





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