Vago

Ahí estoy...Con las muertes tras la espalda; con la vida escapando de mi pecho, para desaparecer, y no volver, tal vez. La importancia de progresar se deteriora cuando el desgano se apodera de mi cansancio; esa frustración de sentir que no sirvo para un hecho, para una causa. Me he vuelto un gaucho sin prestigios, sin saber tocar la criolla, sin recitar la estrofas de un querer, una vida ¡una maldita vida! Sin embargo, soy un gaucho: vago, lejos de una sociedad que me busca para matarme, eliminarme...Este texto sin gusto a la fuerte caña(bebida que algunos desgraciados afortunados lo toman) que algunos hermanos alguna vez se emborracharon, intensa una salida que no quiero tomar, no quiero hacerlo... Al ver esa chacra de maizales muertos: fruto sin vida, hojas secas por la ausente lluvia(esa que hace años nos desasimos de ella por nuestras pelotudeces, de ser HOMBRES, animal inteligente lleno de mierda) que aclama nuestra tierra; algunos maíces duermen en la tierra muerta por los picoteos de cuervos que no tienen hambre...Solo buscan calmar su excitación, matándolos, matándonos...Tengo la valentía de regar esas siembras, de espantar esas a aves vanidosas, de gritar a Dios(si en verdad existe, si en realidad nos cuida como dicen) para que humedezca mi tierra, la tierra que alguna vez fue fértil, virgen y desvirgada continuamente...Pero no tengo un gramo de fuerza, un carajo de voluntad. Me gana la pereza involuntaria (causada por algunos fantasma sin títulos, sin analíticos) que me decae, hasta morar en ese pastizal...Sin hormigas, mosquitos; nada de bichos sueltos; me acuesto en ese paraíso(bien verde, cuerpo perfecto de una siesta finita y una relajación que no tiene palabras) solitario que busca un amigo, un compañero...Me entrego a él sin pensar más en la chacra, vida, muerte, paisanos, diablos amorosos ni a Dios...Tumbo mi cuerpo a las sombras y duermo sin saber el mañana sin creer en el pasado y sin preocuparme por el presente(como tantas veces lo he hecho)