jueves, 6 de agosto de 2009

Madrugada

Una pesadilla insólita me despierta, abro lo ojos en la oscura habitación con el ruido de la lluvia que golpea contra mi ventana y me acelero por las idas y vueltas de los trueno. La gran humedad que se haya en cada rincón de mi cuatro paredes hace un retoque a mi largo pelo, lo deja una inflamación de cabellos inquietos, causadores de mi enojo por no controlarlos (maldito sean)

Recordar a mi padre en ese sueño, revivió en mi las instancias de haber estado en su presencia y enfrentar algunas anécdotas de errores, rencores y otros enigmas (de la infancia) que abarcaron hasta su muerte. El hecho de vivir un momento irreal al lado de ese recuerdo, logra ponerme pensativo y nostálgico: "Hiciste mucho mal, viejo, pero te quiero" Me esfuerzo por no pensar sobre ello. Las culpas recaen por haber mirado su foto el día anterior, repercute una infiel añoranza a mis entrañas llena de rencor, odios, amor...Consigo olvidar otra vez a mi podre.

La transpiración es total en mi cuerpo, la opción de haber estado soportando tanto tiempo en las sabanas me ha hecho pegajoso, sucio, hasta el punto de no soportar ni un minuto Me muevo inquietante de tanta incomodidad, siento un cuerpo al lado mío...En alerta, ilumino el cuarto con luz media oscura (baja tensión, que se yo) y ahí esta...Imagen perfecta de una pura mujer que, alguna veces se ha metido en el lodo de mis besos y en lo sucio del sexo. Es ella, sensibilidad latente ante mi deseo, salvajedad...La miro sin pestañear algunos segundos, acaricio con mis sudorosas manos su rostro seco, labios húmedos, mejilla de algodón. Por un momento la olvide, la confusión de no saber cual es la verdad en un dormir, perturbó mi presente por un ratito...

Ya levantado de la muerte viva, me arrimo a la ventana cristalina para disfrutar las lágrimas rencorosas que derrama algún Dios ajeno a mis pensamientos, pero a la vez un conocido por disfrutar esas ricas aguas...El vapor nubla la ventana, me impide ver el teatro de charcos, baños de plantas y frío; alcanzo a ver un poco más a ese escena cuando limpio con la musculosa transpirada una parte de mi vista. Siento emociones profundas que nacen de una mirada y mueren un lágrima, no por que sea triste, sino por la libertad de decir que estoy vivo para no morir jamás.

Me siento en el escritorio (el sudor no afecta en ese momento) a vomitar los mares de altezas vírgenes vestidas en letras simples e historia complejas. Empiezo a escribir líneas...almas, melancolía, amor ingrato, amor ajeno, odio obsceno...Todos son soldado de un ejército fugaz para ninguna guerra: "Los vientos muerden sin anestesia los suspiros de la mar, la calienta, con más fuerza abre sus piernas suaves y él logra multiplicar sus orgasmos hasta el punto de enloquecerla de placer; muere de lujuria ante esos labios secos del viento que, desborda su tristeza en la olas fuertes, hijas de la hermosa puta orgásmica, amante de mi soledad..."

Lagrimeo algunas instancias, sin saber por qué, mientras la hoja se empapa de gotas de excitación...Dejo de vomitar, la helada de mi piel me deja inútil y decido darme un baño con aguas turbias...En la ducha, las aguas me hacen el amor sin ningún compromiso, me entregan un calor enardecedor sumada a la espuma de un jabón hinchado de aroma...Me purifican a lo extremo, borran las huellas de los hermosos olores y lápiz labial de mi chica. Sin embargo, las marcas de los besos de esa niña imposibilita lavar, tatuada en mi.

Vuelvo a la cama, olvido pronto pensar, me aíslo de todo y abrazo por detrás (con fuerza, amor) a mi querida locura.

1 comentario:

  1. Aqui me pego una vuelta de poesia urbana a tu blog.
    No llegue a leer todo, pero habra tiempo para descifrar las letras.
    Un gusto!!!!

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