jueves, 18 de junio de 2009

Una gran familia






Hace tiempo, los medios de comunicación han manifestado su evolución eficazmente. Siendo un importante "mensajero" de la información a millones de persona. Basta con captar con algunos sentidos de nuestro organismo. Ha sido un elemento importante para un mundo global, en que día tras día tiene un acontecimiento importante, y tiene que ser recibida para todo aquel humano.

Los medios de información en Argentina, tiene su historia en las remotas épocas de algunos próceres criollos. Los primeros diarios informativos, surgieron gracias al abogado: Mariano Moreno, por su periódico "la Gazeta de Buenos Ayres". Ese fue el inicio de una era del futuro diario nacional. Pasado el tiempo, el diario se convertiría en un icono elemental en la sociedad Argentina; hasta llegar en la actual madiocridad que es (espontáneamente) esa información escrita...A nuestros día, encontramos que, se ha puesto de moda un concepto opcional tomada , tanto por los diarios como los programas informativos (noticieros) , la "contra noticia", es decir, suplantar un hecho importante que capte el bienestar público, por otro suceso sin precedentes, que beneficia a un cierto sector. Mientras que, la noticia inicial se pierda en el olvido, teniendo en cuenta la no importancia de un momento que fue de gran interés general. Y así, cubren una realidad por otra mas "importante", en la cual consumimos y confunde nuestras mentes.
La televisión ha ido variando con el transcurrir del tiempo, ya que, no basta solo con informar a las personas, sino también en entretener la atención del vidente. No obstante, el exceso de entretenimiento, ha creado un ambiente obsceno para todos los argentinos. Los programas que se titulan de "espectáculos" y "humoristicos", han pasado el límite de el respeto y calidad. Transformaron esas bases en bizarro, inmoral y un inicio del imperio de ignorancia que se ha venido construyendo hace años. El querer tener poder sobre las masas, tanto como rating o gran audiencia, ha aclarado el abismo de putrefacción que nuestra tele hoy presenta. Sin olvidar la deformación psicológica que impone a un niño al mirar un programa, que se ve una mujer desnuda, o un hombre que se exhibe en cámara; sabiendo que los horarios son al alcance del menor. Esa degradación nos enfrenta a un rápido crecimiento del niño, en lo emocional, y es víctima de la perversidad que adquiere al mirar la televisión argentina. Toda responsabilidad no recae sobre ese medio, sino también por los padres que dejan que sus hijos idioticen sus mentes. ¿Serán víctimas también?. ¿Cuan cómplice son los programas informativos con el poder? ¡¡Todo es tan confuso!!
En épocas gloriosas de la radio, pudimos encontrar un uso exclusivo para el arte, la cautividad de escuchar al locutor, enfocando un entusiasmo por trasmitir al querido oyente. Sin embargo, el núcleo se ha ido deformando, por algunos personajes que hicieron de la radio, una política aburrida y un periodismo amarillista, autoritario tal vez. Se perdió la magia de la radio, como así también la buena amistad con el oyente; esa relación de respeto mutuo, sin decir malas palabras ni ironías. Da pena enterarse, que existen muchas personas que hacen de la radio un comentillo barato y un cabaret(como en la tele) de cuarta. Tanto en la atrocidades que se hablan, encarnando al escucha una incultura baja sobre la comunicación.
Todo estos lleva a un retroceso como sociedad, y un beneficio desproporcional al poder. ¡¡¡Si tan solo nos diéramos cuenta y cambiáramos un poco...!!!

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