miércoles, 24 de junio de 2009

Deberia...


Despierto una vez más. La orquesta que protagonizan las aves, llaman mi atención y me quita el sueño.

Permanecen aún mis ojos cerrados. ¡Despabilarse no es nada fácil! El rayo del sol lastima y contempla mi rostro: "Otra vez dejé la ventana abierta".

Comienzo a abrir mis párpados, el resplandor de la mañana me lastima con fervor la mirada. Abro completamente mis luceros. Decido permanecer un poco más en la cama, tengo ganas de levantarme, pero el cuerpo gana con su pereza, mi pereza...

Despeinado por un huracán de grandes vientos, me hago a un costado de la cama. Contemplo la pared, grisáceo como el frio otoño: "Debería poner cuadros de hojas secas, parecería un buen paisaje". Tacto los orificios que hice con mis dedos cuando era pequeño. Reniego por la triste humedad que se esparce por mis paredes, maldita...

¡Arriba! Me levanto sin entusiasmo corporal, cayendo a los costados. Tropiezo tras objeto se interponga en mi camino.

Mi objetivo en cuestión es, llegar al baño. Mis pies se congelan por sentir el piso frio y sucio: "Debería usar mis pantuflas"...

Llegado a destino, ¡y sin lastimarme! Algo raro en mí. Lo primero que hago es, mirarme al espejo. "¡¡Que desastre que estas!!" "Debería contarme el pelo".

Terminado de hacer las necesidades de un recién levantado, dejo a lo último lavarme la cara: "Como siempre". Envuelvo de jabón mis suaves manos, y lo froto por mi pálido rostro. Agua fría me renueva por completo, mientras la espuma se filtra en mis ojos: "¡Siempre te pasa lo mismo!"...Es insoportable por un momento el ardor, en segundos todo vuelve a la normalidad.

Me miro nuevamente. Listo para salir de allí. De repente, observo con gran curiosidad mi piel, una vez más, y descubro 2 planetas del sistema solar en mí: una en la frente y la otra en el pómulo derecho. Si, los granos encuentran una buena morada en mi cara: "No debí usar tanta mayonesa al sanguche".

¡Al fin he salido! Sin atropellar nada a mis pasos, regreso con éxito a mi habitación. Pienso qué ropa utilizar, de elegir rápidamente. Sin embargo, siempre escojo lo mismo...Mi vaquero azul gastado, es mi fiel común denominador de mi conjunto. Como también mi 2 pares de medias azules marinas. El total de mis remeras están arrugadas: "¡Si tan solo supiera planchar...!" Elijo la menos arrugada: la negra, cuyo uso fue de 4 días consecutivos, sin lavar.

Preparado para ir a enfrentar al mundo, metiéndome en él, tomo mis llaves, me dirijo a abrir la puerta del patio y...Siento frio en lo pies, ¡¡No tengo zapatillas!! Vuelvo a mi cueva riendo por mi torpeza cometida, me calzo con las únicas zapatillas que tengo a la vista: "Debería buscar a las otras que están debajo de la cama" Desde hace 4 meses hube de perderlas en la oscura cama.

Aliviado por no olvidarme nada, debo ir a buscar a mi hermana de la terminal. Hace 2 años que no la veo...Con gran afán salgo por la puerta del patio y...Ahí están, las perras cantando sin cesar por el hambre y la sed que padecen. Atendiéndolas por completo, voy hacía la puerta de la calle y...Piso lo más hermoso que te deja el perro en la entrada, sus necesidades fecales: "¡¿Por qué me hacen esto?!" Limpio vagamente mi enchastre, salgo de una buena vez de casa y voy corriendo a tomar el colectivo. Tranquilo, sin preocupaciones de no olvidarme nada, veo asomarse el transporte a mi espera. Llega, me subo en él, palpo mis bolsillos para agarrar el dinero y..."¡Me olvide la billetera!" "Debería..."


2 comentarios:

  1. GENIAL AMIGO, ESTO ME GUSTO MUCHO!!! MUY SARCASTICO, MUY BUENO, ME DIVIRTIO Y ENCANTO, SIGA, SIGA... UN ABRAZP

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  2. q grande negro... se nota q no tenemos memoria ehh

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