lunes, 15 de junio de 2009

Dime cuán confuso te encuentras, y te diré a quién no debes votar

A pocos días de las elecciones legislativas, podremos observar las innumerables campaña que cada candidato construye, para el fin, de que los ciudadanos crean en sus promesas (vanas) y así llegar al poder de manera controversial, fraudulento y tirano. Algunos lo llaman democracia.
Si bien, la política es manejada por verdaderos inteligentes de la ambición, podemos visualizar que, las debilidades de cada partido. Tanto las peleas internas, la falsedad y provocación de cada postulante, nos lleva a deducir que, es tanta la desesperación de poder de cada bando, desarrolla un comentillo paranoico, en el cuál los ciudadanos nos vemos envueltos en ese chusmerío, y de ahí elegimos de cada lado permanecer. Y como siempre, el pueblo tiene la culpa de elegir al equivococado (salvo excepciones) y de ahí surge los grandes problemas.
El oficialismo actual, se derrumba en sus propios discursos, al afirmar que la recaudación de este año supera al otro período; que el déficit alcanzo grandes números; Argentina creció tal por ciento, con respecto a otros años. Todas estadísticas, que tapan la gravedad del País y dan ilusión a los argentinos. ¿Es tan Fácil demostrar mediante números el bienestar nacional? ¿A caso, no hay gente viviendo en las calles, niños que consumen drogas a muy temprana edad? ¿No hay aumentos descomunales de impuestos, sabiendo que el sueldo en general, de cada persona no alcanza para subsistir? ¿No es verdad que, los jubilados deben cobrar un sueldo digno, como también gozar de un servicio de salud adecuada? ¿No debiera el gobierno apoyar a cada estudiante una fácil modalidad de estudio universitario? Los censos no ayudan al desarrollo de una sociedad, sino, un disfraz para ocultar la decadencia del manejo de nuestro Estado.
La supremacía política ha llevado a que los "elegidos" obtuvieran una dosis inevitable de ambición, generando a algunos ocupar 3 cargos y encima ser candidato para un puesto. Ese comportamiento, demuestra que la política enloquece, como también el dinero que ven en sus manos. Para esto, la justicia argentina no se opone y da el visto bueno, para que el individuo en cuestión llegué a su objetivo.
Encontramos alianzas nefastas, una unión que habla por si sola, y otras que no deja de esclarecerse por completo. Cada miembro tiene un pasado oscuro, como un presente incierto, que idiotizan nuestras mentes días tras día. Confundiéndonos hasta convencernos.
Algunos han usado la imagen del indigente como propuesta de patrimonio; hasta llegar al punto de meter en el seno de la mafia, a algunos ignorantes a la conducción de Argentina. Con piquetes irracionales, marchas ordenadas por un adversario (con paga y comida) para un fin de augir la violencia.
La guerra "verdulera" se ha desatado en estos años, por el impuesto descomunal del gobierno actual al campo. Ambos cabecillas de la estructura de Argentina, disputan una revancha de dinero, obtenidas en esta tierra. ¿El futuro del territorio no esta en peligro? ¿Poder campo y político pensarán un poquito en nosotros?
Es difícil sobrellevar todo aquello, pero debemos ser fuerte, concisos a la hora de votar, usar lo que todavía no nos quitaron, la elección. Esta en juego nuestro futuro, confiemos en nuestra de salir adelante,y no ser marionetas del ventrílocuo del opresor. Hay una esperanza, la buena elección.

1 comentario:

  1. Buen análisis, falta más ataque a la oposición, así cualquier lector que no te conoce no piensa que venís por el lado de la efedrina (léase Mr. Tatuaje) o por el lado del misticismo embustero (léase Lady Elisa).
    Más allá de todo está bueno, igualmente, yo no diría que la esperanza es la buena elección, ya se demostró que el cambio no está en votar a los que están postulados (ni siquiera el grupo más de izquierda, ya que tiene "infiltrados" oficialistas de primera mano u opositores de segunda). El cambio está en nosotros, directamente, no creo que a través de algo como el voto. A pesar de amar con todo mi ser a la democracia (no soportaría 2 segundos de dictadura, citando a alguien que lamentablemente no sé quien es: "La peor democracia es mejor que cualquier dictadura iluminada") no confío tanto en el modelo de representación "indirecta" que se ejerce. No me gusta que alguien ponga en sus palabras (sin dudas deformándolo) lo que yo quiero decir, lo más significativo es la representación directa de mi ideal, sin intermediarios. Sé que es imposible e utópica el pedido de representación directa, pero quien está dispuesto a refutar lo dicho por Eduardo Galeano:

    "Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar."

    Saludos edy, te agrego con este blog, debido a que no tengo otro jaja.

    Nos vemos, pasaré.

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