No puedo...

Aferrados por débiles abrazos, nos encontramos en la vísperas de nuestra separación. Ya no alcanza con promesas, oportunidades; ni decir "TE AMO".
Es difícil, lo sé. Despojar en alta mar aquellas cosas que vivimos alguna vez: los juramentos de amor eterno, el júbilo de nuestros rostros tras querernos, pero...la palabras se evaporan en el vacío. Como así también cada sentimiento puro...
¡¡ No me culpes por ser así antes este fin!! No quiero serlo. ¡No quiero lastimarte!
¡¡Quiero que te olvides de mí!! Para no arrastrarte ante mis filosas y espinosas desolaciones que me desangran.
Verte llorar, es como una llaga, que hincha con vigorosidad en lo profundo de mis venas.
Me gustaría ser el amanecer de tus ojos, pero soy oscuridad.
Tu calma es apoderada por la angustia de mi sufrir...Quisiera ser melodía ante tu penumbra, pero soy silencio.
Te quiebras más aún hasta implorarme que no te abandone, debilitando tu alegría por completo... Desearía ser tu fortaleza, pero soy martirio, apocándote toda ilusión. Arrancando tu amor de mi...ansiaría ser tu cura, pero soy una herida abierta que jamás sanará...
¡¡Necesito abrazarte!! Pero...soy débil, se ha ido toda la fuerza de mi existir...Ansío besarte, morder cálidamente tu labios y perderme en tu sabor, pero...ya no siento deseo, ni pasión.
Muero por acariciar tu bello rostro, y que mis ojos brillen ante tu hermosura, pero…Me he vuelto ciego, y las manos ásperas.

De apoco huyo de ti...¡¡Ódiame!! No me ames!! Soy indigno de ser amado. ¡¡Mátame dentro de ti!! Olvida mi recuerdo y esperánzate en el olvido.
Me escapo al fin, para pelear contra mi adversidad. No puedo pertenecerte, no puedo, no puedo...