miércoles, 10 de junio de 2009

Dios es amor y muerte


Desde hace siglos, una élite “mensajeros de Dios” ha hecho historia a lo largo de los tiempos. Envuelta de corrupción, complot, asesinatos en masa, censura y poder: la iglesia católica ha sido motivo de controversia a sus misiones y doctrinas que le han sido encomendada por el TODOPODEROSO.

Su historia de inicio nos lleva a los años posteriores de la muerte de Jesucristo (hijo de Jehová) en el calvario. Dicho hecho fue impuesto por los judío al entonces gobernador romano, Poncio Pilato. Porque los hijos de Dios no creían que él fuera el rey de los judíos.

Años más tarde, el imperio romano adoptó como su religión oficial (expandiéndose después por toda Europa), comandada por un guía altísimo, al cual entrego todo su deseo de su sentir; siguiendo al pie de la letra “la santa biblia”, y dar testimonio sobre Él; ese hombre es el sacerdote, cura, padre, excelencia. Que rige sobre la casa del Señor, la iglesia.

Esa santa doctrina, perseguía y mataba, a toda persona impura, pecador, que designaba el sacerdote en cuestión. Y así, el genocidio no se haría esperar por los cristianos…

Las cruzadas, guerra santa (según los pocos ortodoxos) fue lo más cruel que ha hecho los hijos de Dios. Matando a mujeres y niños, hombres, de diferente religión. Todo por reconquistar las tierras santas, que según ellos, fueron usurpadas por el islam. ¿Se olvidaron del sexto mandamiento? ¿Dios no era amor? Justificando su causa por “la voluntad de Dios” siguieron ocupando mas territorios, sembrando la muerte de muchas personas, incluidos los judíos (Dios es el rey de los judíos) que habitaban en alguna parte de esas tierras.

Hubo 4 cruzadas importantes, lo cual el catolicismo parecía ganar, pero la unión musulmana logró expulsarlos. Derrotados, volvieron a Europa, sin embargo hubo otros intentos de reconquistar, pero nunca lograron hacerlo, otra vez.

La religión católica ocupaba mas territorios europeos, cada vez, el poder de la Iglesia era más fuerte para la sociedad, con su postura conservadora y arbitraria, el papa era un ser supremo, que “hablaba” con el Señor, que regía leyes religiosas. El individuo que no respetaba esta religión, era torturado y quemado. ¿Jehová no dijo, respeta a tu prójimo como a ti mismo?

A costas de propagar el cristianismo, cuando colon llega a América, masacra, con sus hombres, a los indios que habitaban ahí. Algunos les esclavizaban, y violaban a las mujeres. Robando el oro virgen que se encontraba en ese suelo, el cristianismo obtuvo un porcentaje. Después a la segunda vuelta, el catolicismo arraso con las creencias de los aborígenes, e instalo el régimen autocrático del cristianismo. Otra vez, los pecados no han de cumplirse.

Las oposiciones no tardarían en dar voz alta, a todo el crimen, deshonra que producía el catolicismo, no solo se interponía en las demás religiones, sino también, censuraba el avance de la ciencia, hasta hacer la vida imposible a la eminencia Galileo Galilei, y tantos otros científicos. Subrayando los conservadores: “Dios es todo, es el creador”; con este concepto, la ciencia se atrasaría 400 años. Sin embargo, lo católicos se asombrarían por un sacerdote que veía con malos ojos el imperio católico: Lutero, que se oponía vigorosamente a la iglesia, crearía otra religión: Protestantes. Desembocaría entonces, la guerra de los 30 años, entre católicos y protestantes.

Los siglos transcurrieron, la iglesia perdía muchos fieles, pero no el poder. Hasta llegado, la segunda guerra mundial. La santa iglesia, viendo que los crimines de los nazis era un hecho, hizo oídos sordos todo los acontecimientos (judíos en campo de concentración, muertos y esclavizados) e hizo una comunión con el régimen del fuhrer. Con gran miedo, la iglesia se aparto de los necesitados.

A nuestros días, el catolicismo sigue metiéndose en algunas cuestiones gubernamentales como no gubernamentales, teniendo ideologías: la moral y Dios. Sin importar el sentimiento de cada persona, todo es Dios y nada más que El. En algunas circunstancias, la iglesia tiene poder, peor no como antes. Sin embargo, el oro que tiene el vaticano es admirable. Ya que, no deciden a ayudar a los niños que mueren de hambre. Pero bien, eso es complejo.

“El hombre no es la justicia, sino el conductor de ella”, decía un filósofo. Cada uno tiene su creencia religiosa, pero matar e implantar su doctrina es…nefasto.






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