—Tenés un sentido conservador de lo que crees lo que es justo o no. En parte esta bien, porque balanceas la corrección y lo aceptable. Por el otro lado, la tolerancia tuya con los demás es cero. Nadie es perfecto y si seguís con tus juicios vas a encontrar más ilusiones y te vas a volver a loco—.
—Lastimosamente, mi idiosincrasia es insobornable. Pienso lo que debería ser el panorama del mundo. No he tenido una incorrección grande en mi corta vida, pero los escenarios de pequeños eslabones me ayudaron a no deducir igual que el resto. Uno siempre busca el bienestar irrumpiendo la tranquilidad del otro. A veces no creo tener tantas personas que me acepten por mi extraño manejo de mis humores…—.
—Obtenés buena base para el resto de tus días. Sin embargo, no podes devolver lo que demanda tu exigencia sobre ellos. Sin querer, la densidad de encontrar algo justo te hace vulnerable, ¿por qué?, porque lo que vos tomas como “igualdad” solo es algo severo que pedís que hagan desde tu punto de vista.
—Siempre busqué perfección de las situaciones simples. Lo que veo erróneo lo hago notar. A menudo, ante un momento desubicado, cierro la boca, pero mi sentido complicado, me hace desbordarme más a lo que no puedo aceptar y a lo que no controlo. Creo que todos me odian y aman al mismo tiempo…
Mejor continuemos con mi respectivo aumento de sueldo…—.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
victimas