Bloqueo de la ira occidental por el tridente legal de la santísima esencia. Estudiar la vida desde las reafirmaciones subjetivas y no por las imágenes jeroglíficas de la videncia.
Honrar, desde la vergüenza generacional, al orden del entendimiento fraccional sobre el punto critico del infinito. Expresar la sed del predicador por medio de los monumentos y la muerte, hacia una conexión con el sol.
Dogma intelectual que se escapa por matemáticas exactas y ciencia luminosa de descubrimientos. Morando bajo la sombra de la envidia y avaricia de los que quieren los tesoros.
Deshonor por la obtención de la sangre del jaguar y de la bendición de los dioses desconfiados. Tatuaje en las recientes cicatrices de la supervivencia (peligro en el pecho, valentía de la fe), balanceando la fuerza de la carne por encima de la enfermedad.
Acentuarse en el calendario con relajación y esperar la suerte, impredecible y sin duración…
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