— ¿Sabia elección por haber tomado seis vasos de tequila?—.
— Realmente. Perdí mi trastorno por un largo rato…—.
— Dormir, morir, descamparse, ¿sueño equivalente a una gripe pesada?—.
— Con cólera o con prosperidad nada me ilustra. Daría mi estimulación por ser solo un sonámbulo…—.
— Y el dolor convincente, ¿dónde termina?—.
— El dolor es un adiós. Estar bajo la lluvia, con neblinas, es un modo transformador, hasta que se siente frio y se acabe…—.
— ¿Por qué huir de la dirección que más conviene?—.
— Se desprenden de mí. No busco sostenerme de las cotizaciones. Nadie apostaría una oferta inconclusa…—.
— ¿Algún acuerdo para no seguir en vigencia?—.
— Me bauticé de sorpresa y ocurrencia. No encuentro ética en los pactos…—.
— ¿Cuándo terminaremos de pelear para ser hombres educados?—.
— No hay modales en el epicentro. Sos el filo y yo el daño, recordalo…—.
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