Suena antipático y ofendido un pálido encuentro. No se
puede rescatar enseñanzas ni experiencias en todo este aburrimiento, pero hay
incoherencias que jamás se corregirán y estancamientos que no verán salidas. Me
hubiese gustado perderme entre los tiempos perdidos y los alejamientos, casi
perfectos, de todo este caos. Lo que conseguí es lo que no quiero y lo que
deseo no lo podré tener, porque el juicio ha cerrado sus puertas. ¡Un vagabundo
barbudo tengo que volver a ser! ¡La peste y el vómito tendrían que ser mis
apreciables características! ¡Regenerar los escapes! ¡Eso es! ¡Nadie debe
existir! ¡Nadie tiene que reflejar mi conocimiento! ¡No quiero oír los
balbuceos de los mudos ni curarme de las aceleraciones!
Enfermaré como un
poeta y renaceré entre las aguas de aquél puente irreconocible. Porque he
vuelto a mi celda junto a mis manadas!
¡Me duermo, me duermo y no despierto! ¡Feliz en coma!
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