jueves, 22 de septiembre de 2011

Brenda Garzín (Rompimiento)


— ¿Por qué no contestaste a mis llamadas de hoy?—. Interrogo del novio modelo de Brenda Garzín, después de haber hecho el amor.


— Hubiera sido absurdo. Ayer acordamos en vernos. Acá estamos. Te extrañé, lindo—. Caricia en el pecho, piel contra piel—.


— Pero tendrías que haberlo hecho, ¿para qué te compré el celular? ¡Un mensaje de texto hubiese estado bien!—. Cínica risa de autoritarismo. División de la armonía.


— No puedo depender de un aparato. No guardes más tus aventuras, avísale, a mi suplente, que puede venir cuando quiera. ¡Y tomá tu celular, se le acabo la batería!—. Corrida de la cama, Cabello recogido, pollera puesta y remera por encima de los pechos. Post-charla maternizado.


— Si te vas, no esperes que después te busque. ¡Cómo vas a ofenderte por un pedido tan mínimo!—. Fanfarrón, dueño de las causas.


— Me cansa que uses tu fe en esos aparatos de rastreos. Mi independencia no puede ser distorsionada; ni por vos y ni por quien fuera de existir. No voy a pedirte disculpas, tampoco una explicación sobre ese labial que esta en la mesita de luz. ¡Sé mas astuto!—. A punto de salirse por dónde vino.


— No es lo que pensás…te lo compre para vos y como no me contestabas, lo deje medio abierto. Lo iba a romper—. Abogado a punto de demandarse solo.


— ¡Ay que tierno! Lo bizarro del amor es que limita la libertad y algunos privilegios. Si en una partida inicial construiste este amor, en este preciso tiempo, acabas de matarlo. Es el gran poder del hombre patético. Sos un súper hombre—. Reina sarcasmo, ciudadano inteligente.


— ¡Por lo menos estoy bien de la cabeza! ¡Siempre con tus frases cocainómanas! ¡Harto me tiene tus palabras! ¿Quién te tendría como novia? ¡Nadie!—.


— Me duermen tus longevos insultos. Me tendría un verdadero hombre que no piense en si mismo, sino en mí. Compartir es amor—. Puerta abierta y un saludo de Brenda—. ¡Hasta siempre, mi rey!—.


— Pero no te vayas…por favor…—.

1 comentario:

victimas