domingo, 17 de julio de 2011

23 de julio


Hoy puedo extender mis brazos hacia lo alto. Con facilidad, inclino mis rodillas y me derrumbo sobre mi reposo. Respiro, con delicadeza, el carbón vivo de varios momentos que marcan una rotura.

La marcha se siente llegar a destino, las antorchas se encienden del calor humano y de la exigencia. Las bermudas se prestan de uniformes y los gritos forman la única guerrilla. Las imprudencias de la monarquía se rompen y el sueño utopilógico madura y absorbe más bocas hambrientas. Nacen nuevos hijos de valientes e hijas de pesimistas. Se origina otra edad y muere la longevidad gruñona.

El himno franco resuena en mis oídos, al igual de los cañones que aturde a mi inflamable corazón. El pato evoluciona a cisne…

Siento mis lágrimas a la bajada de mi boca, cuando entono a la hermosa Aurora. La voz se eleva y las cuerdas aumentan sus fuerzas…ya nadie me detiene.

La escritura es legal, las firmas son ciertas, las luchas no paran, la emoción no se define del todo, las muertes son honradas, las vidas se consagran como una ley futura. Todo pasa en los puntos de Tucumán, cercanía del gran imperio Inca. Es julio, es nueve, es martes, ¡es Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Desprendimiento total! ¡Libertad! ¡Sombras propias de nuestros pasos! ¡Derecho a tener una nueva historia! ¡Libres pensadores! ¡Glorificados de puro crecimiento! ¡Familia de una verdadera madre!

Hoy no voy claudicar. ¡Pienso amar lo que me hace llorar! ¡Improvisar lo que han dejado en mis manos! Hoy busco al viejo y pierdo al nuevo mundo. Hoy y solamente hoy, admiro y rugo con frialdad…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

victimas