domingo, 23 de mayo de 2010

Separaciones


Un buen momento se deja atrás, bien atrás. La droga inquieta, se evapora de mis venas para fusionarse con una realidad de poco humo. Adelante, me hayo. Controlando la ansiedad con pequeños remedios, para no acelerarme.

Los besos y abrazos se pierden, en la ruina de mi huida, para no encontrarlos nunca. Las palabras e imágenes se clavan en mis ojos, derritiendo la sed de una inmensa felicidad para beber la ira del amor (río, tomando mis lágrimas), que esta por ahogarme.

La niebla cubre el vidrio, imposibilitando la vista del camino. Supera los ojos de Dios en este trayecto (él no se encuentra ahí, duerme…), ilusionando el rocío en los cristales y acelerando un peligro seductor que no podrá conquistar a ninguna esta noche.

Todos duermen…prendidos en fósiles inconscientes, envueltos de sabanas friolentas; tratan de refugiarse en su propio bienestar. Mientras, la vida se arrodilla ante mi reflejo. Reclamando piedad para no soltarla y besarla de lengua amorosa en su boca impía. Paga sus traiciones, con mucha culpa, cuando cierro los misterios cielos, y doy la espalda a todas mis amantes…

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