miércoles, 6 de abril de 2011

Callar


— ¿Cuáles son tus intenciones?—.


—Mmm… ¿cómo?—.


— ¿Qué pretendes de mí?—.


—Mm, nada… ¿por qué preguntas eso?—.


—Te lo pregunto porque te estás acercando mucho a mí. Me da la sensación que me vas a dar una bofetada—.


—Mm…no. ¿Qué intención tenés vos?—.


— ¡Eso no vale! Siempre hay que contestar y no desviar la respuesta—.


—No se qué responderte. Estoy cada vez más cerca porque quiero borrarte la seriedad de tu joven cara—.


—Quizá es la única habilidad que dispongo paraque me creas. Además, cuando digo algo extraño y tengo la mueca de firmeza, te hace reír y eso es bueno—.


—Tenes virtudes que van más allá de mi entendimiento. Me acuerdo de un encuentro inicial y me dijiste: “tengo malas noticias…me gustas. Va a ser inevitable nuestro noviazgo, de aquí de unas semanas. Tenes tiempo de arrepentirte, cinco minutos.” Me quede asombrada ese día. Muy directo y sin miedo—.


—Todo el tiempo ingenio nuevos ambientes paraqué te olvides el giro de la tierra. Quiero distraerte con mis obras…—.


—Analizo y aprecio tus obras. Accede a no preguntar algunas situaciones. Cerrá los ojos y aferrate a mi cintura…voy a besarte, loquito…—.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

victimas