jueves, 12 de enero de 2012

Fiesta




No soy apto para definir una equivocación, y menos de una situaciòn absurda. Lo digo desde “la razón única” y de “la pelea desnivelada”, asi el menos se siente dividido por un mismo signo y pueda transformarse en “la divina positiva”.


No puedo hablar de Libertadores ni opresores, sin antes recordar a las victimas de ambos bandos. Guía, heroico y varios padeciemientos que arruinan al espíritu del protagonista (Bolivar ha herido al Hombre, Favaloro trata de salvarlo).


No Importan las palabras complejas ni burguesas, tampoco dar imágenes a las letras heridas; debo deslumbrar la fealdad de la prosa desformativa y teñirla de más cosmos. Irregularidad en el contexto, veraz en el choque.


¡Tantas lenguas extrañas en esta interminable fiesta! ¡Silencio! ¡Silencio! ¡Basta de champagne! ¡Basta de caña! ¡Basta de tequila! ¡Basta de vodka! ¡Basta de licor! ¡Basta de vino! ¡Basta de ginebra! ¡basta de coñac! ¡Basta de sidra! ¡Basta de tragos extraños! ¡Basta de whisky de cincuenta años! Y por sobre todo, ¡basta de cerveza! ¡Tirenme al mar! ¡Quiero beber agua! ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Auxilio!.

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