
Estoy enamorado...Estoy concretamente cautivado de tu aroma a engaño -acido-cítrico(más confío en tu infidelidad, más fascinado estoy); a tus ojos marrones-miel que no pueden verme(en tu visión ilusa me encuentro invisible) y que son incapaces de percibir una presunta mirada solitaria-feliz opaca(necesito reposar mis párpados, me lastima tanto brillo); me deliro de ternura progresiva de tus clásicos encantos moribundos(alejarse, ignorar, ¡sos tan seductora!), capaces de llenarme y vaciarme de amor-desamor desnutrido y nutrido(sin potasio, solo basura)
Te amo...Amo a los buitres carnívoros que mandas a mis paraísos, con la finalidad de cambiarlos a un desierto (no importa, en algún rincón habrá agua para resistir) vivo y con pleno invierno. Amo la prosa narrativa de tu cantar: las mismas canciones que no dejo de escuchar y repetir (desafinas, soprano inculta que carece de rimas) las melódicas fieras de tu terror...
Me gustaría dedicarte un poema cursi, endulzarte de flores NERUDAS, compararte con el sol o el cielo...Pero, no te tengo piedad. Estoy enamorado, no puedo mentirte con absurdos espejismos. Solo adhiero a escribirte una esquela amorosa de un tierno Hemingway, para repudiar las vidas que dejo pasar por amarte, quererte, desearte...
Y...me hizo llorar un poco la última frase, las vidas que dejo pasar.
ResponderEliminarLas vidas que dejaré pasar por un ENORME amor que no me llevará nunca a la cama.